21 mayo 2012

san isidro 2012/ el sistema le echa a el fundi un toro al corral


Corrida desagradable la de Guardiola Fantoni. Por dura y desagradecida, y por un cielo inclemente y un piso de plaza plagado de charcos, barros y peligros. Corrida para héroes. Y toro al corral para El Fundi. ¡Manda cojones!

A El Fundi le echaron un toro al corral, el cuarto villamarta de Guardiola Fantoni, y no por impericia ni porque pegase un sonoro petardo ni el toro se pusiera imposible, lanzase la cornada al pecho, luego al cuello y no dejase pasar al brazo con el acero, que esto último sí fue. Ese toro se lo echan al corral a El Fundi el mismo sistema, sus desiquilibrios y los que lo (des)gobiernan. Porque la comodidad de unos se sustenta en los tragos de los demás. Porque ser figura y matar siempre lo mismo es una cosa muy distinta a la de ser torero y matador de toros. Y si uno para ser gente en esto y ganarse el respeto de la afición ha tenido que pasar por el aro de la casta dura, pues en el día de la despedida de su plaza, Madrid, también. Esta fiesta está llena de sensibilidad. ¿O les pongo más ejemplos?

Por otra parte, es un petardo que Las Ventas esté gobernada por un triunvirato empresarial y el primer San Isidro que organizan dando la cara sea un petardo ganadero constante. Porque es una vergüenza que este fin de semana hayan pasado por los corrales de Las Ventas más de un centenar de toros para dar tres festejos. Porque no ha embestido ninguno en media feria. Porque no hay criterio y los veterinarios con tal de no equivocarse eligen por arriba confundiendo romana con trapío unos días, y otros abren todas sus tragaderas, según cartel, según presión.

Porque lo suyo era la corrida de El Tajo y La Reina, con lo bonito que hubiera sido que El Fundi se despidiese de Madrid con los toros de su padrino y amigo José Miguel Arroyo 'Joselito'. Pero dicen que no tenían presencia, y dicen también que a lo mejor suponía una derrama excesiva para la super empresa que redujo en un par de millones de euros el canon, invirtió en la carpa de cultura con gin y se olvidó del toro.

Porque la corrida de ayer se da por la sinrazón de unos y otros. Por la locura de los propios toreros, que si lo son es porque son incapaces de dar un paso atrás, y porque cómo se va a suspender con la taquilla con un pastizal.

Y luego Taurodelta le ofrece otoño a El Fundi para que se despida mejor después de cagarla soberanamente. ¿Respeto? Ninguna vergüenza es lo que hay.

La corrida de Guardiola dura y con mucho sentido, sin ninguna entrega, no fue brava. El que no quiso, no quiso. El que se fue al pecho, se fue directo. Y el descastado medio bobo, la tomó a media altura sin más. Grande, seria, con mucho poder, aunque la mayoría se lo guardaron. En varas apretaron, pero nunca de verdad. Lo llegan a hacer en serio, y caballos y picadores se habrían dado un suculento baño de barro. ¿Se aburrió alguien? Pues pocos porque la tarde fue la guerra.

La lluvia o bien ayudó a que la corrida se pusiera más a la defensiva o a que no desarrollasen todas las malas intenciones que llevaba dentro por eso de estar también pendiente de sujetarse a la arena mojada. Quién sabe. El caso es que aquello fue de héroes, mucha afición y un sentido común que estaba de domingo. Uceda Leal en profesional, sin volver la cara, tratando de gustar en medio de aquel imposible. Rubén Pinar sacó muletazos en plan técnico y pundonoroso a un lote que se descuidó y tardó algo en orientarse. Bien Pinar.

Y El Fundi, que es uno de los mejores estoqueadores de los últimos años y torero curtido en mil batallas, vio como le echaban el que podría ser su último toro  en Las Ventas al corral.

Sin rencor, oiga... sí, sí. Fundi: ¡torero!