20 septiembre 2014

#bousalgemesí14/ tres novillos de baltasar ibán para soñar el toreo

Borja Álvarez y 'Pistolero' de Baltasar Ibán. VÍDEO

Arrancó Algemesí con una novillada de Baltasar Ibán como para soñar el toreo y sentirlo hasta el mismo tuétano. De cuatro, tres novillos de humillada embestida. El primero de nota. Por entrega y ritmo constantes de principio a fin. Pistolero se llamó. Estaba marcado con el número 57. Mejor arranque no pudo tener esta Setmana de Bous, un año más cargada de los sueños y esfuerzos que deposita todo el pueblo, y en especial las peñas cadafaleras; en vivir y disfrutar una fiesta en la que reposan las mismas raíces y su identidad como pueblo. Algemesí vuelve un año más a honrar a la Tauromaquia y lo hace de la mejor manera que sabe: fent poble. Pero esta vez, para tener un arranque completo, faltó que alguien hiciera el toreo, o al menos lo sintiera.

Sucedió la tarde en un pegapasismo absoluto. Prácticamente funcionarial. Y mira que embestidas enclasadas, entregadas, de esas que se empapan el hocico de arena, hubo a puñados. Las suficientes como para prolongar trasteos eternos, hasta el aviso, y no pasar de la epidermis. No es por ser duro ni exigir más allá de lo exigible. El toreo se siente, si se siente se transmite, y si transmite, emociona. Y allí, a través de tres novillos de Baltasar Ibán que ofrecieron una bravura noble y profunda a partir de la que fue posible trascender, no sucedió nada. El silencio gobernó al final de cada actuación. Más voluntad que convicción. Por eso, además, ni las espadas manejadas torpemente pudieron maquillar la realidad: que la novillada de Baltasar Ibán estuvo por encima del alicantino Álarez y burriarense Soler.

Ese 'Pistolero', con las puntitas por delante, discreto de cara, suelto de carnes, algo vareado, sin ser el más aparatoso del lote, al contrario, pero de formas armónicas, y sobre todo con cuello, sacó clase desde que tomó las telas. Muy por abajo y con ritmo tras los vuelos. Y así, con gran fijeza y ni un remilgo, prácticamente hasta el final y por ambos pitones. Correcto y fijo en el peto. Novillo bravo para soñarlo. El segundo, 'Provechoso', como más aparente, estrechito pero con sus rizos y los puntas de los pitones ya mirando algo hacia arriba, tuvo galope y alegría al tomar las telas, también profundidad y largura en el viaje, con el hocico por delante, aunque no tuvo el mismo ritmo y constancia y duración que el primero. Y al tercero, un guapo burraco le dieron de valiente en el caballo. Dos varas en regla. Muy sangrando. Aun así duró un capazo de muletazos. A destacar el temple del pitón izquierdo. Pero ni por esas. El cuarto y último, entre distraísdo y falto de entrega dejó estar también, pero ahora sí puso las cosas en tablas: ni dijo el novillero y esta vez tampoco dijo el novillo.

Con este material se sucedieron derechazos y naturales. Derechazo, derechazo, derechazo. Natural, natural, natural. De pecho. De pecho. Algún circular. Manoletinas, manoletina. Todo lo suficientemente firme, pero al final hueco de expresión, vacio de sentimientos y emociones. Qué cosas. Emocionaron los novillos. Y hasta ahí. Porque no es que Borja Álvarez y Vicente Soler hayan toreado poco, la verdad. A lo mejor si se echó en falta la fuerza expresiva de un Soler que todavía tiene reciente un tabaco fuerte. Todo puede ser. Pero lo evidente es que la novillada de Baltasar Ibán, que desde ya opta a premio, fue arrastrada sin que le cortasen una simple oreja y apenas le arrancasen un olé. Y ese tal Pistolero-57 que abrió la Setmana es un candidato a premio.


Algemesí, 20 de septiembre de 2014. Primera de la Setmana de Bous. Novillos de Baltasar Ibán de correcta presentación y en general nobles, encastados y con duración. Muy bueno el primero. Borja Álvarez (silencio en ambos) y Vicente Soler (silencio en ambos). Casi lleno (unas 4.000 personas)
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hombre, otro "Pistolero", como aquel gran toro que saltó en Madrid en 2012.