15 enero 2011

túnez: ejemplo y aviso


Foto :: EFE

Ver cómo una sociedad se levanta harta y en un par de días obliga a su presidente a abandonar el país hoy en día es un ejemplo para las sociedades vecinas --la sociedad egipcia debería decidirse por la misma opción-- y para las 'occidentales', y también un aviso para sus aburridas, anquilosadas y cada vez más oscuras democracias. Las revolución, que parecía cosa de los libros de historia, todavía es posible. Aunque hay quien ha preferido llamar a la situación tunecina 'revuelta' y tal vez con razón: El poder interino ha respondido con un plan b con 60 días de margen antes de las necesarias elecciones. Lo que resulte de ellas tiene que ser sin duda la voluntad del pueblo tunecino y de nadie más.


Este es el final del editorial de El País de hoy:

Todo está por hacer tras el triunfo de la revuelta democrática en Túnez. La comunidad internacional, y especialmente la Unión Europea, que defraudaron a los demócratas tunecinos durante casi un cuarto de siglo, el tiempo que Ben Ali estuvo en el poder, tiene ahora la oportunidad, y la obligación, de contribuir al establecimiento de un régimen de libertades que podría obligar, por su sola existencia y ejemplo, a repensar el futuro de una de las regiones más inestables del mundo. En esta ocasión ya no valen, frente a las aspiraciones democráticas de los tunecinos, las coartadas de las que se sirvió el régimen de Ben Ali para disfrazar como un oasis de modernidad amenazado por terroristas lo que, tras su caída, aparece como lo que era, un país empobrecido por el mal gobierno y la corrupción, y sojuzgado por una camarilla.

Los tunecinos que han salido a las calles reclamando libertad necesitan el apoyo internacional que merece su causa, aunque solo sea ahora que ha triunfado. En Túnez se decide ahora algo que excede sus fronteras: si las democracias de los países desarrollados apoyarán a partir de ahora a los hombres y mujeres libres del Magreb o si seguirán prefiriendo, por miedo, cortedad o miopía, respaldar a quienes los reprimen a sangre y fuego invocando los fantasmas del islamismo y del terror.

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