Nunca he sido lector de El Jueves. No recuerdo haberla comprado nunca. Más que el secuestro en sí, lo que más me sorprende es la paradoja de que el secuestro haya coincidido con la muerte de Jesús de Polanco, hombre de inmenso poder económico y político, del que tanto se ha escrito estos días, catalogándolo de manera acertada como defensor del periodismo libre.
Sin duda, parece, que, a 24 de julio de 2007, hacen falta más Polancos y también más Jueves, además de otras muchas cosas que no voy a enumerar ahora.
Sin duda, parece, que, a 24 de julio de 2007, hacen falta más Polancos y también más Jueves, además de otras muchas cosas que no voy a enumerar ahora.
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