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19 agosto 2007

bilbao, again

Estamos en Bilbao un año más, en su Aste Nagusia. La primera vez fue hace dos, y desde entonces siempre hemos regresado. Cómo no, el gancho siempre han sido sus Corridas Generales, las que se celebran en la cómoda Vista Alegre.

Y para este año, atracón. Que Semana Grande le llaman, pues vamos a comprobarlo. Llegamos con el txupin y la aparición estelar de Marijaia, alma mater de las fiestas, y sólo atreviéndonos a ver las txosnas desde la otra parte de la ría, viendo esa estampa que sobrecoge, de el Arenal hasta los topes a la luz del Arriaga, nos conformamos con ver los fuegos artificiales que disparó un pirotecnia valenciana, pero que a un valenciano supieron a poco. Tiempo habrá para hartarse del kalimotxo.

En lo taurino, las Corridas Generales empiezan con el mismo menú con el que acabamos el año pasado, una corrida de La Quinta, que esta vez lidiarán Juan José Padilla, Antonio Barrera y Salvador Cortés. De la terna del año pasado ninguno ha querido repetir por no guardar muy buen recuerdo, porque si exceptuamos a Eduardo Dávila Miura, ya retirado; Iván Fandiño y Fernando Cruz pagaron con sangre sus entregadas actuaciones. Luego vemos como van colocados este año, y Fandiño ha crecido hasta matar la de El Ventorrillo con Ponce y El Juli, y a Cruz lo encontramos en el cierre con la de Cebada con los de su equipo, Padilla, otra vez porque aquí tiene tratamiento diferenciado, y López Chavez.

Al ciclo le sobran repeticiones. Lo hacen Ponce y El Juli, Sebastián Castella, Manzanares y, cómo no, Padilla. Y tiene su plato fuerte en la gesta de El Cid, porque a lo de matar en solitario los seis cárdenos que tiene el de paleto de Galapagar reseñados para Bilbao se le llama gesta o no se le llama. Son, sobre el papel, los protagonistas de unas Corridas Generales en las que destacan los hierros de La Quinta, Jandilla, El Ventorrillo, Victorino y Cebada, por encima de las de El Pilar, Torrealta o Garcigrande.

Todo, más la despedida de César Rincón, la nueva oportunidad para Luis Bolívar, una tarde más El Fandi, una nueva apuesta de Talavante, el premio para Juan Bautista, un Eduardo Gallo colocado por la gracia de sus apoderados, el premios para Fandiño, Cruz (¿?) y López Chavez.

Aquí estamos, ha amanecido lloviendo y eso también entra en el menú.

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