En la blogosfera el percance de Cayetano ha tenido muy poca repercusión, por no decir ninguna. Justo al revés que los medios generalistas, que nos lo han puesto de comida, merienda y cena ¿Para qué sirve una cornada? ¿El reconocimiento se queda en el morbo de la simple noticia de sucesos cuando la recibe una cara guapa y conocida? ¿Qué pasa entonces con las de Liria o Iván García, por nombrar las más recientes? ¿No importan a nadie más?
El mismo día, en Albacete, donde el percance de Cayetano, triunfaban El Juli y Miguel Ángel Perera. Perera remataba una semana en la que ha reincidido en el triunfo. Para los medios generalistas no ha existido nada de eso, sólo la cornada. La pregunta es: ¿De qué sirve el triunfo?
Por la fotos, que no son nada más que eso: fotos; veo a un Perera no tan perfilero, echando la pata hacia delante aunque sin excesos. Si además el temple lo tiene acertado, me puedo llegar a creer sus recientes triunfos, que llega a punto de caramelo a Madrid y que además de mera propaganga, hay algo más.
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