Aquella que le hice unos meses atrás, que también se podía haber titulado: "Yo trasciendo a partir del toro, mientras que hay otros que quieren trascender sobre el toro". O: "Cuando hablamos de toros no lo hacemos con sinceridad. Esto es un espectáculo duro".
* * *
De ahí pasamos a otra entrevista, a un artículo y a un youtube que me han venido a la mente:
La entrevista es la de Boadella, aquella en que me dijo: "Estamos en el triunfo de una sociedad puritana, donde la impostura es moneda de cambio diaria. Es decir, todo el mundo expresa grandes conceptos, grandes palabras, todo el mundo es bueno, enormemente bueno frente a los demás en cuanto a sus teorías. Pero en cambio, hay un enorme pánico a enfrentarse a la realidad de los hechos tal cual son. Esto en relación a los toros es algo fundamental, porque nos enfrentamos a un rito que no es un arte de ficción como el conjunto de las otras artes, sino que es el arte de la verdad, donde está el riesgo, la muerte, la vida, también el miedo, el valor, la inteligencia, el buen gusto, la belleza. Es decir, todos los elementos que configuran la vida, incluida la crueldad. Este realismo causa pánico en la sociedad actual".
El artículo es el que José Suárez Inclán tituló en El País "Corra, corra, que se acaban los toros". Decía: "A los toros, salvo excepciones, no se va de tan joven. Y no sólo por dinero (el fútbol, en las ciudades, es notablemente más caro y hay más gente joven y más niños) sino porque, precisamente, exige una mayor madurez, un conocimiento y una asunción, para bien o para mal, de los valores éticos y estéticos que se ponen en juego en la plaza. Los toros no son cosa de niños, ni encarnan los intereses de competición ni deportivos tan gratos a la juventud (tal vez esto explique el alto grado de aceptación que entre bastantes sectores del mocerío tienen los encierros o los recortadores). No. Los toros son más complejos".
En el video de Youtube, a principios de la década de los 80, Santiago Amón y Antonio Chenel "Antoñete" y Carlos Ilian, con José María Íñigo.
La entrevista es la de Boadella, aquella en que me dijo: "Estamos en el triunfo de una sociedad puritana, donde la impostura es moneda de cambio diaria. Es decir, todo el mundo expresa grandes conceptos, grandes palabras, todo el mundo es bueno, enormemente bueno frente a los demás en cuanto a sus teorías. Pero en cambio, hay un enorme pánico a enfrentarse a la realidad de los hechos tal cual son. Esto en relación a los toros es algo fundamental, porque nos enfrentamos a un rito que no es un arte de ficción como el conjunto de las otras artes, sino que es el arte de la verdad, donde está el riesgo, la muerte, la vida, también el miedo, el valor, la inteligencia, el buen gusto, la belleza. Es decir, todos los elementos que configuran la vida, incluida la crueldad. Este realismo causa pánico en la sociedad actual".
El artículo es el que José Suárez Inclán tituló en El País "Corra, corra, que se acaban los toros". Decía: "A los toros, salvo excepciones, no se va de tan joven. Y no sólo por dinero (el fútbol, en las ciudades, es notablemente más caro y hay más gente joven y más niños) sino porque, precisamente, exige una mayor madurez, un conocimiento y una asunción, para bien o para mal, de los valores éticos y estéticos que se ponen en juego en la plaza. Los toros no son cosa de niños, ni encarnan los intereses de competición ni deportivos tan gratos a la juventud (tal vez esto explique el alto grado de aceptación que entre bastantes sectores del mocerío tienen los encierros o los recortadores). No. Los toros son más complejos".
En el video de Youtube, a principios de la década de los 80, Santiago Amón y Antonio Chenel "Antoñete" y Carlos Ilian, con José María Íñigo.
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