Lo del terrorismo, la banda terrorista ETA y todo lo que a ello concierne es siempre tan espinoso que el trato se vuelve delicado cuando las tortas vienen cambiadas. En cada caso, el lenguaje siempre hay que cuidarlo, medirlo. Y la palabra 'conflicto' es de las tantas peliagudas, que entre unos y otros o se acepta, se niega o se manipula según convenga.
El año recién comenzado ha deparado ya un comunicado de los terroristas además de una entrevista y detenciones de algunos de ellos, diremos presuntos, por parte de la Guardia Civil. Esta operación ha concluído para uno de los presuntos con lesiones que le han llevado a la UCI del Hospital Donostia y que ha obligado al Ministro de Interior a hacer declaraciones para justificar las detenciones en la ley.
Es lo mismo que sucede cuando ETA comete un atentado o realiza una acción, que pasados los días envía un texto a su periódico afín para que todos tengan la certeza de quién ha sido. Es algo que no suele fallar. La diferencia con la explicación de Rubalcaba es que la suya ha sido a cara descubierta, mientras que los de ETA lo hacen cubiertos por un frío comunicado las más de las veces; las menos vía televisión pero calados por un calentito pasamontañas.
Los atentados, que únicamente justifican sus propios autores tengan o no víctimas mortales, causan de manera evidente, digamos, cierta incomodidad entre aquellos que, por lo menos, no los justifican. Al parecer, pero a la inversa, pasa cuando suceden las detenciones, que también hay quien se incomoda, más si hay lesiones que llevan al detenido a la UCI.
La opinión en contra de los atentados o de los que no alcanzan a comprenderlos (?), aunque sean capaces de entender el significado de lucha armada, es amplia. A muchos de estos les cuesta hablar de 'conflicto', pero al mismo tiempo conjugar el verbo 'derrotar' lo hacen fácilmente. Vía encuesta, se sabe bien lo que vende dicha derrota y el puñado de votos que vale. En el otro segmento social, el que como mínimo no es capaz de condenar un atentado cuando sucede, la palabra 'conflicto' se utiliza con bastante facilidad, pero alza la voz y se indigna cuando se producen detenciones, y más si acaban en el hospital como la última. Es entonces cuando se echan las manos a la cabeza y olvidan el significado de 'conflicto' y claman democracia y libertades al mismo Estado al que hace nada sus cabezas pensantes llamaron "fascista". No es nuevo, están acostumbrados a dramatizar también.
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Editorial del El País de hoy: Etarra en el hospital.
La de El Mundo, Una necesaria investigación para disipar todas las dudas, comienza así: "El ingreso en el hospital de Igor Portu Juanena, el presunto etarra detenido el pasado domingo en la localidad guipuzcoana de Mondragón, para ser tratado de diversas lesiones provocó ayer acusaciones de tortura contra la Guardia Civil por parte de algunas formaciones nacionalistas, Batasuna y los colectivos de apoyo a los etarras..."
Y Jesús Maraña dice en Público que El Estado de derecho no permite patadas.
Toño Fraguas destaca la Perplejidad de los patriotas vascos violentos.
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