La estampa es muy complicada de ver, tal vez imposible. Salir al ruedo echando mano de una muleta de apoyo, que no de torear, no es de recibo para un matador y en todo caso, por lo visto, se lo puede permitir un rejoneador. Mi padre y yo esperábamos que diese la vuelta al ruedo a caballo, pero Diego Ventura tiró por la senda de la épica.
Un caballo de Andy Cartagena fue alcanzando por un toro afeitado de Fermín Bohórquez. En el mismo patio de caballos se instaló la enfermería.
Las fotos tienen su retraso. Son del pasado 25 de julio, de la conclusión de la feria. La de julio suele ser la única corrida de rejones a la que asisto cada año y si veo a cualquier otro rejoneador por ahí, es en Algemesí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
comenta si te apetece