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19 febrero 2009

¿en qué plazas torea pablo hermoso de mendoza allá en méxico?

A Pablo Hermoso de Mendoza le va fenomenal en México desde hace ya bastantes temporadas. Pero más que 'simples' corridas de toros de rejones, lo suyo supone allá todo un espectáculo. Como quien dice, a Hermoso le dan de comer a parte. Su gira es intensa a lo largo de todo el país azteca y pasa por infinidad de plazas. Lo normal es que no lleguen imágenes, y cuando lo hacen o se rebuscan, no dejan de sorprender por las hechuras y pelajes de los toros que mata y, sobre todo, por lo sui generis de las plazas.

Las siguientes imágenes las ha publicado Burladero.com, pero pertenecen a la completísima web del rejoneador navarro. Son en la plaza de Villa Álvarez cuando el otro día se escapó un toro.




PD: Por cierto, este domingo próximo Pablo Hermoso de Mendoza vuelve a La Monumental de México.

2 comentarios:

  1. Lo que sigue me lo dijo hace unos meses un amigo mejicano vinculado al rejoneo en su país:"¿Porqué no alterna con figuras de allí? Lo monta él, pone a dos cogidos a lazo y se lo lleva todo.Aportación al toreo a caballo en Méjico= 0".

    Oselito.

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  2. Yo no estoy tan seguro de eso que dices Oselito. La Petatera es una plaza alucinante. lee este artículo, por favor.

    La Petatera, histórica plaza de toros en Colima

    Es una sensación especial y única, estar en "La Petatera" y observar cómo se encajonan los toros. Todo es madera, mecates, otates y petates. Gráfica: Juan José López Luna/El Sol de Irapuato.
    El Sol de Irapuato
    5 de marzo de 2007

    Juan José López Luna

    Colima, Col.-Desde finales de enero, 70 familias de Villa de Álvarez, Colima, se alistan para poner a punto los troncos de árbol, tablas, mecates, otates y sobre todo petates, que generación tras generación se han ido heredando por tradición. Pues las fiestas charro-taurinas se acercan en los primeros días de febrero. Siendo dueños de la plaza cada una de ellas.

    Una vez que todos se reúnen en el terreno de tierra de arcilla, en las afueras del pueblo, cada familia comienza a clavar los "horcones" -que son la base- para sostener, luego las vigas y travesaños, que luego van amarrando con mecates y afianzando con cuñas de madera. Todo con la técnica que los ancestros les enseñaron y que segun la historia desde 1850 iniciaron.

    El espacio asignado a cada uno de "los petateros" -que así se llaman ellos mismos-, tiene por nombre "tablado" y mide 3 metros de ancho, donde se tienden los tablones que servirán de pasillo central; más arriba se siguen poniendo una tabla que serán los asientos y otras más delgadas para poner la gente los pies y no molestar a los de abajo.

    Cada "tablado" se delimita con largas varas de árbol y otates, 2 al frente y 2 en medio, los que sostienen una hilera de 8 petates entretejidos desde la parte alta hasta el ruedo, siendo todo en coordinación con los vecinos. Pues sólo de esa manera se armará la singular y mundialmente histórica Plaza de Toros "La Petatera".

    Así como cada familia es dueña y guardián de las maderas, también son cada una de ellas las que cobran la entrada a su tablado, y por ello cada uno tiene una puertita de petate y una escalera, identificadas con un número que va del 1 al 70. Radicando ahí la singularidad de la plaza porque no es de una empresa o persona sino de los "villalvarenses" y orgullo de toda Colima.

    Única en el mundo de los toros es "La Petatera" por los materiales que se utilizan en la construcción, así como por tener el ruedo más grande del orbe taurino: 60 metros de diámetro, y por que cada año que es levantada y el aficionado que se acomoda en algún sitio, siente en el aspecto y el ambiente que lo transporta a 150 o mas años en el tiempo. Además por que en los palcos bajos de cada tablado se puede observar la corrida a ras de suelo. Y por si fuera poco desde cualquier lugar se aprecia el majestuoso volcàn de fuego de Colima y sus fumarolas.

    Los corrales donde quedan los toros a lidiarse en esa legendaria plaza, también son todos de troncos amarrados con lazos y forrados con petates, los cajones para cada animal, igual, de maderas y petates y sólo una aldaba de acero; pero la forma en que se enchiqueran a los bureles es única: 2 hombres permanecen arriba de los chiqueros ordenando lo que se haga, mientras otros 4, con palos en mano, se alistan a empujar la puerta para evitar que el toro la abra, mientras los de arriba amarran con lazo.

    Para orgullo de los colimenses, la famosa Plaza de Toros "La Petatera" ha sido propuesta para que sea considerada como un patrimonio de la humanidad. Y tienen razón en proponerla por que realmente es una joya; ingenio del mexicano y esfuerzo centenario de familias enteras y seguirá por otros 150 años o más, siempre y cuando ya no se permita que mezclen materiales ajenos a lo puramente tradicional: troncos de árbol, otates, mecates, carrizos y petates, que por ésto es "LA PETATERA".

    Según la historia de los colimenses, allá por el año de gracia de 1850, se dieron forma a los festejos con que los pobladores de Colima y lo que sería años más tarde Villa de Álvarez, festejaban a su Santo Patrón, San Felipe de Jesús, siendo entonces una cabalgata desde las principales calle del centro hasta llegar a la plaza armada por indígenas con puros troncos, lazos, otates y forrada de petates, siendo desde entonces llamada como hasta hoy: "La Petatera". Y la razón de armarla así es para evitar que con los temblores que provoca el volcán se caiga.

    Sin embargo, aquéllos primeros festejos no tenían un orden, pues se mezclaban el jineteo de toros bravucones, jaripeo y toreada con gabanes y sombreros, aunque el fin que perseguían los colimenses era divertirse y con ello lo lograban. Siendo hasta casi mediados del siglo pasado cuando ya formalizadas las corridas de toros en todo México se armó un cartel para "La Petatera" en el año 1942, y abrieron el paseíllo Luciano Contreras, Fermín Rivera en mano a mano y sobresaliente un novillero llamado Samuel Chávez.

    Hasta hace pocos años, el redondel de "La Petatera", que también es de vigas y mecates, no tenía la malla ciclónica actual, por lo que los aficionados podían tocar y hasta jalarle el rabo a los toros cuando el diestro se pegaba al terreno de las tablas. Pero por seguridad de todos y para mejor desarrollo de la lidia se le puso, pero aún así no pierde la esencia.

    Casi todas las grandes figuras que ha dado el toreo mexicano han hecho el paseíllo en "La Petatera", han triunfado y han sufrido ahí; pero todos han experimentado la emoción única de torear en ese rincón de arte y de ser aclamados por la gente que en cada corrida llena sus tendidos. Gente que al son de la tambora y la banda bailan en las gradas de madera, provocando que toda la plaza se tambalee, pero jamás se les ha caído.

    La última figura del toreo mexicano que ha pisado el inmenso ruedo de "La Petatera" fue el también famoso, polémico y singular Rodolfo Rodríguez "El Pana", quien alternó el pasado 24 de febrero con el rejoneador Fernández Madera, José Luis Angelino y Víctor Mora, lidiando 6 hermosos toros de Garfias. Habiendo entonado ahí mismo el pasodoble llamado "Villa de Álvarez de Rosa y Oro" el charro-barítono Roberto Valles.

    Fue una tarde de las grandes, sobre todo por que a "El Pana" le tocaron los mejores toros, aunque el primero se lesionó la pezuña izquierda y tuvo que matarlo pronto. Aunque ya le había bordado con el capote pases, quites y remates de pintura y todavía con la muleta le pegó un "trincherazo" de cartel, y lo mejor fue con su segundo, un castaño al que recibió con "tafalleras" en tablas, "verónicas" y "chicuelinas". Lo grande vino con las banderillas, clavando 2 pares de "calafia", uno con la mano izquierda y otro con la derecha.

    La locura en los tendidos no era para menos, y cuando tomó la muleta y ayudado fue para pegarle otro "trincherazo", tandas de "derechazos" y "naturales" largos, templados, toreros y llenos de un rancio sello tlaxcalteca, luego vinieron pases por alto, "sanjuaneras" y cuando todos estaban esperando que cuadrara al toro para la muerte, de pronto y sin que nadie lo imaginara, se inventó una estocada, que no era a toro arrancado, ni a un tiempo, ni recibiendo, no, fue una que debe llamarse "A LA PETATERA". Orejas y rabo le dieron. Sus alternantes sin suerte; Madera y Angelino, sólo Mora que cortó 4 orejas, pero el toreo que cala, lo desgranó "El Pana".

    Enlace: http://www.oem.com.mx/esto/notas/n193533.htm

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