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09 marzo 2009

fallas 2009/ de la rosa, su sabor otra vez

De los toreros, uno que el aficionado mima y respeta es Ángel de la Rosa. Y es una pena que sólo sea el aficionado valenciano quien lo haga, y que en el resto del orbe taurino no se le pueda disfrutar. De las pocas ocasiones en que se viste de luces suele ser en Valencia y sus faenas son ejemplo de torería y más. De toreo a la verónica y al natural. De pureza y sinceridad.

Si bien le faltó empujar más, sobre todo en el cuarto y acertar con el temple, su tarde dejó un sabroso recibo al primero, ganando terreno y echando la pierna adelante y encajándose perfectamente desde el primer segundo de contacto con el toro. Cimentada la faena al natural, ha derrochado su toreo de mano baja, de compás abierto, de torear con el faldón a base de dejarlo puesto, muy de uno en uno, pero todo con empaque y el trazo muy largo. Certero en la estocada y de nuevo ese trofeo que es de nuevo un toque de atención para ver si alguien se entera.

La corrida de Torrestrella, que regresaba a Valencia, una plaza en la que ha sumado cuantiosos éxitos, ha sido terciada y muy poco ofensiva. Las cuadrillas han elegido echar por delante los tres animales de menos volumen y escaso trapío. Delataba el segundo, colorado de pelo, muy escurrido y cariavacado, o por contra el zambombo que hizo quinto de muy cortas defensas y que según anunció la tablilla pesaba 601 kilos y que acabó haciendo el marmolillo. Los tres primeros embistieron en diverso grado, también el sexto muy dulce.

Con la casta justa, la corrida coqueteó más con la mansedumbre aunque sin cantar la gallina escandalosamente. El cuarto, por ejemplo, el más hondo y serio del conjunto, se defendió cuanto pudo y tropezó demasiado la muleta de De la Rosa, que vio como se le hacía muy cuesta arriba redondear su tarde.

Este animal, de nombre Lengualarga provocó el momento de mayor emoción de la tarde cuando a la salida del primer par de banderillas emparedó al valenciano José Casanova en la tronera del burladero de matadores en unos drámaticos segundos que se hicieron eternos. Afortunadamente no pasó nada y Casanova en arranque torero puso el tercer par y acabó desmonterándose. También lo hizo en el primer toro un fijo en estos reconocimientos como es José Manuel Montoliu.

El primero de Tomás Sánchez, que sigue manteniendo el crédito que se ha ganado en más de una ocasión en esta misma plaza, fue ese feo colorado que se le parecía más a su señora madre que a su señor padre. No humilló y se defendió una y otra vez hasta que cedió ante la muleta del de Rocafort, sometedora y templada, que logró lucir y aprovechar alguna que otra buena arrancada. La estocada quedó desprendida. Luego se tropezó sin remedio con el mulo que no podía con toda su carne amorfa.

Barbarroja fue el tercero y le correspodió al aragonés Paul Abadia "Serranito". Tomó los capotes siempre como pensando en otra cosa, yendo por su cuenta y repuchando en su primer encuentro con el picador que hacía la puerta (fue el único que lo hizo, mientras que el resto de la corrida mal que bien se dejó picar sin plantear impedimentos, pero también sin entrega desenfrenada). Cantaba mansedumbre por cada uno de los poros de su sarda piel, y la incognita quedaba toda para cuando Serranito sólo con su muleta le plantease castas relaciones. Fue en la distancia y Barbarroja allá que se fue. Un trágala de los fuertes. El toro siguió en redondo la tela a una velocidad endiablada y en el centro un Serranito que o la ponía o echaba a volar en medio de aquel tornado. Aguantó el tipo, y se repitió aquello pero ya a menos. Conforme avanzaba la faena afloró de nuevo la mansedumbre y toro y torero no acordaron nada. No estaban hechos el uno para el otro.

Todo lo contrario fue el que cerró tarde, Morobito embistió de dulce y humillando y Serranito se permitió el toreo largo y templado, destacando las series de toreo al natural muy entragada la figura mientras que en redondo primero no hubo acople. Luego todo, con dos pinchazos y estocada tras aviso, quedó en nada.

1 comentario:

  1. Comparto bastante tu crónica. Una corrida que empezó interesante pero fue a menos, aunque hubo momentos de emoción sobre todo con Angel de la Rosa, y con los pares de banderillas de Montolíu y Casanova (que va a más). La tarde acabó con sabor a poco. Lastimá de ganadería...

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