Empezamos con la alternativa de Jiménez Fortes, que fue lo más destacado de la tarde del 24 de agosto. Una alternativa que tuvo una ceremonia un tanto desordenada. Los nervios los soltó todos ahí el chaval. Antes de la entrega de trastos Fortes abrazó antes al testigo --Talavante-- que al padrino --El Juli--, y le dieron espada y muleta y se fue para demostrar decisión, buen concepto y firmeza de planta.
La tarde que sucedió al milagro de Morante en Bilbao la titulamos 'Sólo Jiménez Fortes se acordará'.
"Jiménez Fortes fue el único que hizo gala de cierta torería. Lo que se le suponía una papeleta, más que nada por el rosario de cornadas que ha acumulado esta temporada como novillero, lo solventó con suficiencia y gusto. Bastante más que el que lucieron Juli o Talavante, convertidos de pleno en vulgares pegapases".
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