Se presentó con picadores un novillero de la periferia de Madrid en la misma Maestranza de Sevilla el día que arrancaba su feria, se quedó así de quieto, se llevó una paliza enorme, un puñado de volteretas y cortó una oreja tras besar no sé cuántas veces esa lona preciosa de alberto sevillano. Novilleros... pues volteretas: acontecimiento casi a la altura del indulto de 'Arrojado' eso de ver un novillero en novillero en plena feria. Se llama Gonzalo Caballero y está por hacer del todo. Fernando Adrián, madrileño también, también besó el albero, pero porque se lo llevó en un puñado a la boca tras cortarle una oreja al mejor de la novillada de Fuente Ymbro, el quinto. Novillo pronto, fijo, de templado galope y tranco largo. El mejor de seis, altones y un tanto desordenados y escarbadores
fuenteymbros que no sacaron muchas virtudes a relucir. Imposible el cuarto. Hasta el ganadero lo sabía. Le tocó a Javier Jiménez, que era el toque casero: sevillano de la provincia y más de algún autobús llevaría. Con el primero, tesón hasta el aviso. Fernando Adrián destacó por su zurda: mucho mejor que en València o Valdemorillo, que es donde lo habíamos visto
in situ; convence lo justo, pero no llega a desgarrar. Y Gonzalo Caballero, tipo serio y muy valiente. Su toreo aún está por ver.
Fotos :: Plaza de toros de La Maestranza
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