Juan del Álamo también reivindicó con natural frescura el toreo embraguetado. Tarde de compromiso. Feria y toro grande que resolvió pronto.
Ahí en la boyantía del tercero le sonrió la suerte a Juan del Álamo. Toro musculado, con dos puntas hacia adelante, brio no cortado en el peto. A este también se le picó lo justo o menos. Franco el viaje, algo suelta la cara. La seguridad de Del Álamo encauzó pronto la embestida...
El toreo en redondo salió embraguetado a más no poder. De tremendo ajuste, cargando la suerte. Clásica la postura, la pata adelante, lleno de toro el torero...
Faena reveladora, la reivindicación del toreó clásico y embraguetado continuaba y Juan del Álamo...
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