La entidad provincial se encarga de los eventos extra taurinos, mientras que lo taurino está externalizado a la empresa Simón Casas Production, que pagará 390.000 euros en 2014
La Plaza de Toros de València pasará sola estas navidades. Con la que cae, no parece que sea la mejor opción. Si pasan por delante del edificio de aires romanos que ideó el arquitecto Sebastián Monleón hace más de 150 años, lo verán cerrado, con los carteles del último festejo taurino que acogió allá por el 9 d'Octubre todavía colgando. “Para que los turistas tengan con que retratarse cuando pasen por allí", dicen fuentes relacionadas con el coso. Pues así va a pasar estas fiestas este inmueble de aires monumentales en pleno centro de València, con capacidad para 11.000 personas y un ruedo con 52 metros de diámetro. Un auténtico despilfarro, vamos.
El coso de la calle Xàtiva pasará estas navidades sin circo que la rentabilice, demostrando así la poca capacidad de la Diputación de València para ejercer la gestión directa sobre los negocios extra taurinos en la que es la auténtica joya de la corona del Palau de Batlia. La entidad que preside Alfonso Rus, en lo que al parecer fue una decisión personal suya, sacó únicamente a concurso la gestión meramente taurina. Eso sucedió en 2009 y ese contrato por cuatro años acaba de ser prorrogado para el próximo 2014 por algo más de 390.000 euros a la empresa Simón Casas Production.
Los eventos extrataurinos quedaron a expensas de la propia Diputación, que en un principio barajó sacar un nuevo concurso, pero al final acabó por encargarse directamente de la gestión hasta llegar al punto de estas navidades: dejar sin circo a la plaza de toros de Valencia, algo que no había pasado en décadas. El motivo principal ha sido el elevado canon impuesto. Primero en agosto y luego en octubre se fijó un canon de 300.000 y por último se publicó una nueva 'oferta' por "trámite de urgencia" a 200.000 euros. Desierto fue el resultado siempre. La Diputación no ha encontrado empresa circense capaz de desembarcar en la plaza y ésta quedará desierta por navidades y, por lo tanto, sin aportar ingresos.
Mítico cartel del circo en la Plaza de toros de València en los años 80.
En la actualidad la gestión del coso sólo está externalizada para los eventos taurinos a la empresa Simón Casas Production, que según pliego dispone de 60 días al año para programar los ciclos de Fallas, Mayo, Julio y Octubre, que traducidos en número de festejos son entre 20 y 25 festejos mayores y menores, más tres o cuatro festejos populares. El contrato vigente desde 2010 se ha prorrogado "desde el 1 de enero de 2014 hasta el 31 de diciembre de 2014, siendo el precio a aplicar de 390.710,47 euros, IVA excluido, más la variación del IPC correspondiente al periodo de diciembre de 2013", según se anunció desde la corporación provincial esta misma semana.
Anteriormente a esto, la Diputación Provincial tenía por costumbre sacar a concurso la gestión íntegra de la plaza de toros. Así fue hasta que en plena época de excesos y vacas gordas la entidad convirtió el concurso en mera subasta y la empresa Servicios Taurinos Serolo llegó a ofrecer un millón de euros más impuestos al año. Y entre 2006 y 2009 los abonó cada año religiosamente (en total: cuatro millones y pico de euros, que se dice pronto) a costa de tener abiertas las puertas del coso prácticamente 365 días al año con un mercadillo diario en sus bajos, ferias inmobiliarias (la burbuja todavía no había pinchado), ferias de coches, de empleo, las primeras ferias de la cerveza que tan buen resultado le han dado también a la Diputación, algún que otro concierto, el mismo circo en un tiempo en el que llegó a pagar por encima de los 300.000 euros y, cómo no, los festejos taurinos. Sin duda, aunque sólo hayan pasado siete u ocho años de todo aquello, eran otros tiempos. La Diputación en la etapa presidida por Alfonso Rus no ha acabado de rentabilizar el que tal vez sea el edificio de titularidad pública más rentable de la ciudad de Valencia o incluso de toda la Comunitat Valenciana. Eso sí, en 2011 inauguró la reforma de su graderío, que vio reducido el aforo en unas 2.000 localidades.
En la prórroga concedida durante 2014, la empresa Simón Casas Production por los 60 días que tiene a su disposición el coso abonará 6.500 euros/día. Si se mide por los festejos que programará, la cifra se acerca a los 20.000 euros por tarde, lo que supone un lastre excesivo al ya de por sí caro de producir espectáculo taurino, aunque existan múltiples variables, según los nombres de toreros o ganaderías anunciadas. El caso es que la Diputación de Valencia debe adaptar las condiciones a la realidad si quiere que la plaza de toros de Valencia siga siendo la joya de la corona y hacer pliegos que no miren únicamente por la rentabilidad, sino también por la calidad de los espectáculos que se ofrezcan en tan privilegiado espacio, el de mayor capacidad en el mismo centro de la ciudad. Con semejante canon, 390.710 euros, la empresa Simón Casas Production en 2014 deberá emplearse a fondo así venga José Tomás y todo. A 200.000 euros la plaza se ha quedado estas navidades sin circo al que le cuadrasen los números, aun haciendo tres funciones por día. Un año por delante tiene la Diputación para elaborar un pliego y elegir la mejor de las opciones, tal vez volviendo de nuevo a ofertar la gestión integral, para que el más que centenario coso que ideó el arquitecto Monleón siga aportando beneficios directos a la entidad provincial y no haya que lamentar otra vez el quedarse sin tigres, leones, trapecistas y payasos como ha sucedido estas navidades, mientras las carpas florecen en otros puntos de la ciudad.
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