Sentimientos sobre Sevilla. Por José María Manzanares.
Foto :: Arjona
Han pasado varias semanas desde que algunos de mis compañeros y yo tomamos la drástica y a su vez dolorosa decisión de no anunciarnos en la Plaza de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.
Dada mi cercanía y devoción por Sevilla, siento la necesidad y la obligación de explicar a los aficionados de esa querida plaza el motivo por el cual he resuelto no torear en la Maestranza.
No pretendo dar respuesta a las diferentes posiciones y puntos de vista que ha suscitado en la opinión pública y en la prensa especializada la decisión que hemos tomado. Pero sí siento la necesidad de aclarar a una afición que amo los motivos y los sentimientos que me han llevado a unirme a esta decisión tan dura.
No tengan ninguna duda, quien más va a sufrir mi ausencia en Sevilla voy a ser yo mismo. La Maestranza es la plaza donde todos mis sueños se han hecho realidad, donde he sentido un infinito respeto y cariño por parte de la afición, donde, como muchas veces he dicho, hay que dar gracias a Dios por torear. Sólo con pensar en ella a cualquier torero se le enciende el alma. Verte anunciado en sus carteles te incita a soñar con lo más hermoso del toreo. Por todo ello, esta decisión entraña para mí un inmenso dolor.
Sin embargo, hay razones de peso, que no parten de un desacuerdo económico, por las que mis compañeros y yo hemos determinado no acudir a Sevilla. Esta decisión no cambia en absoluto mis sentimientos hacia su afición y plaza, con la que siento una unión especial y bonita.
Es cierto, y por ello estoy agradecido, que personalmente he recibido un trato correcto por parte de la empresa de Sevilla. Pero también es cierto, y me consta, que varios de mis compañeros han sufrido un tratamiento irrespetuoso, injusto e irresponsable en lo personal y en lo profesional, con ejemplos tan recientes como las desafortunadas declaraciones del empresario que regenta La Maestranza. Dadas estas circunstancias, me he sentido incapaz de mirar hacia otro lado ante tan injustificado ataque y ese es el motivo que me ha llevado a firmar el comunicado que ya conocen.
Bajo mi punto de vista, el toreo resulta de la interacción armónica entre la afición, la plaza, el toro y el torero, que son los cuatro elementos que hacen que una tarde de toros se convierta en un espectáculo mágico e inolvidable. La falta de consideración hacia cualquiera de estos elementos creo que es una falta de respeto al toreo y, estoy convencido, no se debe consentir.
Creo que el respeto es fundamental en todos los ámbitos de la vida y naturalmente también en una profesión tan pura y verdadera como esta. No busco la aprobación, sólo deseo expresar a la afición de Sevilla mis sentimientos al respecto y las razones de mi dolorosa decisión.
JMManzanares
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