Joselito Adame definitivamente rompe las fronteras a través de su tauromaquia, y lo hace sobre todo cuando llega a Madrid. Acostumbrado al punte áreo trasatlántico: el charco de acá para allá, el toro éste y el otro; llegó una vez más a Las Ventas en sazón. Como en la temporada pasada. Llegó a la plaza europea más alejada, tal vez, del barroquismo azteca. Lo sabe. Por eso su tauromaquia más europeizada, agarrada al piso, serena y templada, manda y se impone.
Foto :: Juan Pelegrín - Las Ventas
Es otro sitio, otra colocación y otra apostura. Pero la misma entrega. Una faena en la que demostró valor y fondo de armario. Esto es, riqueza taurómaca. De uno en uno y ofreciendo el medio pecho, ordenó una faena al sobrero de Torrealta, que se dejó o no tuvo más remedio que dejarse. Le faltó importancia, raza. Ésa que puso Adame sobre la arena sin una duda y siempre adelante, hasta acabar entre los pitones, poniendo solo media muleta, en arreón de torero macho. Con la estocada todo valía la oreja. Pero se quedó en vuelta al ruedo.
Fue lo único reseñable de un tostón propio de San Isidro. De petardo ganadero de La Palmosilla y tres sobreros. Padilla y Escribano fueron silenciados.
2 comentarios:
Les comparto mi poema (corregido), inspirado en la plena injusticia . . .
JUSTO . . . EN LAS VENTAS
“La justicia dio revés, . . . quítenle la toga al Juez.”
Anda, . . . Joselito Adame,
anda, . . . tu grandeza dame,
con un toro de reserva,
tauromaquia se preserva.
Tarde triste, tarde aciaga,
tarde que el ánimo apaga,
por más que luchas e intentas,
hay injusticia en Las Ventas.
Fiesta taurina en España,
que la necedad empaña,
un fallo contra corriente,
de lo que pide la gente.
Pañuelos, presagio, dicha,
la realidad cruel desdicha,
el triunfo en tu patrimonio,
se te apareció el demonio.
San Isidro Labrador,
solo te pido un favor,
pese a que Usía sea "jumento",
que se aprenda el reglamento.
No quiero llamarle robo
a la insensatez de un bobo,
aunque hay gran equivalencia,
fue un despojo sin violencia.
Presidente, Justo Polo,
juzgó con injusto dolo,
decidió negarte oreja,
mas tu entereza no ceja.
Me quito ante ti el sombrero,
pa’ mí que el Juez fue el sobrero;
en las peores contingencias,
las mayores excelencias.
Hay arte que no se mancha,
muy pronto tendrás revancha,
joven torero, arrojado, . . .
vendrá el momento soñado.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 14 de mayo del 2014
Dedicado a mi querido tío, Don José Luis Galván Ribera (QEPD) y a Tlaxcala Brava
Reg. SEP Indautor (en trámite)
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