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19 marzo 2015

#fallas2015/ el juli y perera, por la puerta grande, en tarde de perros


Tarde de perros y triunfo total. El contraste. Tremendo vendaval, frío y humedad en el día de la cremà. Vaya Fallas desagradables en lo climático y en todo lo demás, así en general, también. Del caloret de Rita ni noticia. A quina mal hora va obrir la boca! El paseíllo fue un drama con todas las esclavinas golpeando el cogote de las cuadrillas. Con el gusto, dicen, que da eso. Pero el toreo se sobrepuso a ello y también al totalitarismo antitaurino. Triunfal colofón a la última corrida de toros --nos quedan todavía dos ilusionantes novilladas por delante-- de Fallas 2015 con El Juli y Miguel Ángel Perera por la puerta grande.

Pero media hora antes del inicio de la corrida, 20 terroristas antitaurinos de poca monta se apostaron en la puerta de entrada a la plaza. Lo que viene siendo una patada a la democracia. Desagradable momento. Puro fascismo de quien trata de atemorizar e imponer su voluntad mediante la violencia y el insulto. La democracia en este puto país funciona a partir de la falta de respeto. Ocho furgones de la policia, no más de 50 antitaurinos violentos y una señora atendida de una pedrada en la enfermería de la plaza. El balance o la lección; pero nadie hará nada.

De puertas adentro, frío, viento y una 'novillada' de Domingo Hernández y Garcigrande muy bien educada con la que pegarse un homenaje de época. Si llega a lucir el sol y alguna mosca hubiera sido capaz de revolotear, el zafarrancho julista y pererista hubiera sido de época. Lástima que muchos prefiriesen el calor del hogar y la plaza quedase sólo rozando los dos tercios.

Lo sobrenatural, lo realmente inesperado fue cuando El Fino se abrió de capa e inauguró la tarde toreando a la verónica con embriagada intensidad a su primero. Empezó y parecía no querer acabar nunca. Más despacio cada verónica. Muy recogido el capote y muy bajas las manos, pero empacadas, naturales y aromáticas. Algún lance por la mano izquierda allí en el tercio, frente a la puerta grande, tardará en olvidarse. Era el punto de partida de la tarde y quedó claro que sí se podía torar, que el toreo podía con todo.

Pero la tarde si tuvo un nombre fue el de Jualián López 'El Juli', por la redondez de su triunfo con cuatro orejas. No debía ser fácil estar en los mismos medios y que las telas flamearan violentas a merced del vendaval y responder con actitud, ambición y firmeza frente a un lote de triunfo gordo, sí o sí. Por algo lo de Garcigrande y Domingo Hernández tanto gusta a las figuras. 

Faena orejera la primera del Juli. Apabullante en sí. De enorme duración el garcigrande de nombre 'Portentoso', que entre la hechura abecerrada y lo que abría la cara no es que impusiera mucho respeto. Pero se movió mucho y muy bien. Para vencer al viento, Julián durmió la muleta a ras de suelo, prácticamente toda ella. La embestida entragadísima. La obediencia absoluta. El Juli con todas sus armas, los molinetes tobilleros, los remates repetidos, los circulares, los tirabuzones, los cambios de mano y la tensión siempre arriba. Dos orejazas.

El brillante pelo negro del quinto relució especial. Un toro con su hondura, de gatillo breve, estrecho y buena expresión, aunque algo altote. La tarde se había puesto mucho peor. El capote era imposible de manejar. Parecía una quimera construir faena o incluso conducir la lidia. Pero El Juli arrancó rodilla en tierra toreando por bajo y sometiendo. 'Acogido' exigía. Viento y embestida. Primero muy tapado, luego cosido a los vuelos. El toro a más, con la faena. Repetía. Después de un muletazo te exigía otro. Dejarla colocada a merced del toro, pero también del viento. Había emoción. Y El Juli la iba escalando más allá.  Cambios de mano sorprendentes y grande el ajuste. Más de una vez los pitones rozaron la espinilla. 

Los finales del toro subían el nivel. El toreo se acinturaba. Altos matices técnicos en la muleta julista. Y alguna vez incluso meció y se descargó sobre los riñones. Buen toro este 'Acogido' con el hierro de Domingo Hernández. Pulso para templar la embestida que empujaba más allá, que seguía, se revolvía y quería volver siempre muy por abajo. La estocada se desprendió cuanto apenas, pero la faena había sido un faenón. Dos orejas más. Tarde redonda.

La corrida chica, anovillada y escasa de trapío respondió a cuanto se esperaba de ella: poner el triunfo en bandeja. El primero no sobrado de fuerzas, tuvo clase excelente. Finito de Córdoba dejó en su recibo el mejor toreo a la verónica de toda la feria y con la muleta dejó auténticas joyas en un conjunto que si no se reconoció con premio no es por culpa suya. Al natural lo bordó. Sutil su muñeca y los vuelos enganchado por debajo de la pala, por debajo del hocio.

Bastote y desrazado el castaño tercero. Sin finales rebozados, siempre saliendo con la cara distraída y la nobleza supina en el límite del aborregamiento, 'Madrugador' permitió a Miguel Ángel Perera taladrarse los pies y jugar con aquello durante un buen rato para impresión de propios y extraños. Por delante, por detrás, circulares; el natural de 360º ligado al de pecho, y lo mismo por la derecha y así. Así todo sin levantar una zapatilla del suelo. Claro, el toro de bravo no tenía nada. Orejita tras estocada y descabello.

El sexto, 'Camomilo', fue otro toro notable. Colorado y larguito de manos. Pronfunda, templada y enclasada embestida. Perera no tenía intención de perder comba e inició faena de rodillas. De primeras y de hinojos ya le sopló un circular por el izquierdo. El pitón derecho de nota. Pronto y bien se reuniron por ahí. La banda arrancó con el pasadoble 'Concha Flamenca', que ya se ha convertido en todo hit. Por el izquierdo bajó Perera y la raza del garcigrande empezó a flaquear. Varias veces buscó con descaró los chiqueros. El argumento ya se redujo a las cercanías y más a sujetar. Pinchó Perera por querer llevarle la contraria al animal que sólo buscaba salida a chiqueros, y dejó la estocada al segundo intento. Otra oreja muy cogida con alfileres tras aviso.

La tarde vino cargada de avisos y faenas largas. Avisos antes de entrar a matar escuchó Finito en el primero, El Juli en el quinto o Perera en el sexto. Ahí el buen y obediente fondo de la corrida y por ello su previsibilidad. Era toros para el triunfo, y se triunfo. Rotundo El Juli y ajustado Perera. La lástima es que la calidad del toreo al natural de Finito no tuviera premio o que el burraquito que hizo cuarto tuvo un carácter más áspero y correosos con el que contra viento y marea no llegó a encontrarse Juan Serrano.

Le hacía falta a las Feria de Fallas remontarse a sí misma y vencer a las inclemencias. Una corrida muy a modo fue la culpable. Y de entre tantos trofeos, el toreo a la verónica y algún que otro natural de El Fino y un faena de El Juli haciendo exhibición de mando y absoluta disposición.



FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de València,19 de marzo de 2015. Séptimo festejo de la Feria de Fallas. Toros de Garcigrande y Domingo Hernández muy justos de presentación, anovillados, pero nobles y con excelente fondo. Finito de Córdoba (ovación tras aviso y silencio), El Juli (dos orejas y dos orejas tras aviso) y Miguel Ángel Perera (oreja tras aviso y oreja tras aviso). Unos dos tercios de aforo (unas 6.000 personas).

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