feria de abril 2015/ corrida torera de cuvillo en bandeja para manzanares y emocionante garra de galván

Manzanares perdió por su siempre infalible espada --menos hoy-- una tarde de, probablemente, Puerta del Príncipe. Plaza llena y una corrida de Núñez del Cuvillo completa y que le deparó un lote de ensueño. Sobre todo el que hizo segundo, el tal 'Encumbrado', que fue la guinda de una corrida muy para el torero, de escasas aristas e importantes dosis de clase y nobleza. Rivera Ordóñez sigue sin justificar en el ruedo su reaparición para celebrar los 20 años de su alternativa y David Galván puso el momento de mayor emoción a la tarde echando el resto con arrimón de órdago con el toro menos claro de la tarde, el sexto.

Atacado el primero. Discretito por delante. Se deja, de forma impersonal. Como impersonal fue el trasteo de Rivera, sin objetivo ni atisbo de emociones. Bien a espadas.

'Encumbrado' tiene guapeza. Entra fácil por la vista. Estrecho, engatillado, fino. A la verónica lo recoge bien, lo templa con gusto, avanza con él y lo cierra con una larga muy lenta. Señalan un puyazo trasero. Tiene cadencia el toro. Ya estaba picado. Dos por chicuelo y la media. Mesura y ajuste. Capotazo de Curro Javier largo. Otra larga para apuntar en el cierre del quite de Galván. Galopa en banderillas y en la telas el mismo ritmo.

Colada en el primer cite. En redondo. Distancia. Nobleza, muleta abajo, el cambio de mano. La Maestranza entregadica. Galopa el toro. Por el izquierdo mejor, Manzanares llega a verticalizarse más y a traerse la embestida más atrás. Otro cambio de mano de casi 360 grados. Duración de 'Encumbrado', la largura con que se iba. La perfección para el torero. Exceso de estética, pero falta de hondura. Pinchazo en lo alto cobrado en los mismo medios. El descabello borra toda opción de triunfo.

Desordenado de salida el tercero. No se fija. Ancho de frente, algo bruto. Desordenada lidia. Qué feo el pitonazo al banderillero de Galván. Brinda a Manzanares. El toro empuja de verdad en el inicio de la faena de muleta. Con pies. Se dobla con él David Galván y se sale a los medios. No acaba de fluir. Ni ritmo ni velocidad. No se ligan más de dos embestidas iguales. O el tropiezo de las telas o la falta de entrega de un embestida que en conjunto es manejable. No pasa todo de la mera corrección, tal vez por la timidez en el principiante Galván.

Al iniciar la faena de muleta, tremanda arrancada del toro hacia los medios. Otro toro de muy buen nivel, con ganas de tomar la telas a la mínima insinuación, pero Rivera Ordóñez estuvo intrascendente, vulgar y espeso en un trasteo sin atisbo estético ni emocional. Otro espadazo fácil, lo mejor.

El castaño Rosito. Levantado, escurrido de atrás. Cara muy alta de salida. Lo ordena el capote de Manzanares. Facilidad. Le cuesta humillar, pero en las telas saca clase o ausencia de aspereza.

Manzanares le da tiempo. Las dos primeras tandas imponen el mando. Toque seco y fuerte. Temple y ligazón. Llega la voltereta en un desplante. Dos metros arriba y fea caía sin más consecuencias. Por el izquierdo, dos naturales a los vuelos y muy despacio, con más ajuste son lo mejor. Ataca por el derecho. Más verdad en una faena donde el toreo tuvo más chicha. Y la espada vuelve a negarse. Esta vez en la suerte de recibir. Y la tarde de Manzanares, guste o no, era de Puerta del Príncipe.

Foto :: La Maestranza

Muy sevillano el sexto para cerrar una corrida de conjunto muy bien presentado. Muy a su aire, correteando y saliendo suelto, pero apacible y templado carácter. Torería al salirse David Galván en el inicio con el toro.

Más metido con el toro Galván, pese a que la embestida no se revoza ni embellece aquello. Incluso a veces saliendo por arriba del palillo. Pero soluciona muy seguro, por encima de las complicaciones y falta de entrega del animal, hasta que llega una fea voltereta. Responde con entrega, suena la música, metido entre los pitones y logra lo momentos más emocionantes de la tarde. Así debe responder el que quiere ser torero. Media tras pinchazo dejó el premio en vuelta al ruedo.