23 agosto 2007
desde bilbao: lección de ponce, otra más, y toque de atención de fandiño
Otra vez en Vista Alegre la fiesta estuvo pasada por agua. Es un contraste que no deja de llamar la atención, el colorido de los plásticos con el negro del ruedo y el gris del cielo. Así, parece que los de El Ventorrillo echaron en falta la luz y se contagiaron de lo plomizo del panorama. Los tres primeros se encargaron de echar por tierra cualquier expectativa y costó lo suyo hacerles romper y si lo hicieron fue siempre a regañadientes haciendo gala de inequívoca masedumbre.
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