Como en un balneario todavía, la Aste Nagusia todavía la vivo con tranquilidad. Esta noche, ya puede llover ya, será la primera incursión por el Arenal. Hasta el momento tres referentes marcan los días. Uno es Joseba y su troupe, que escarban cada rincón de las fiestas de Bilbao con un toque ácido y personal. Hay otros que lo imitan o tratan de hacerlo parecido, pero Joseba sólo hay uno (en la imagen, a la izquierda).El otro es la cafetería Lepanto, donde se comen unos de los mejores pinchos de Bilbao y el trato siempre es especial, que no me importa hacerlo todo allí en un día.
El otro, cómo no, son las corridas de toros. Marcadas por el mal tiempo, y lo que queda, puede decirse que ya estamos acostumbrados. Pero cuando asoma el sol, desde las galerías de Vista Alegre se tienen vistas maravillosas de los montes que rodean el bocho.
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