De mano en mano -de blog en blog- han ido pasando los nuevos artículos publicados en El Chofre por Marcelo Fortín y Pedro G. Macias. Es otra vez la misma jugada, la que el aficionado cabal lleva repitiendo desde a saber cuándo. Y en éstas comienza una nueva temporada.
Lo que se reclama es la emoción, la integridad, la verdad, la casta, el poder y un torero capaz. No hay otra por más que se intente manipular la esencia de la fiesta. Pero lo que se vende es otra cosa muy diferente a lo que defienden los del "autobús".
En estos primeros compases, anuncio de carteles, porque todavía no ha ocurrido nada, lo primero que he podido palpar es el egoismo entre las figuras del escalafón.
La figuras están pidiendo cifras desorbitadas. Arrea José Tomás, sigue El Juli, Morante o Castella. Quieren el oro y el moro, pero no el Toro precisamente. Sino el toro a modo. Con el otro algunos, sólo algunos, se verán en muy contadas ocasiones.
Por ejemplo, si Castella acabó por caerse en fallas de un cartel en el que se anunciaban toros de Fuente Ymbro y la excusa no fue el dinero: qué fue entonces. Me sigue intrigando qué es aquello de "ir a gusto a los sitios".
Pero me intrigan otras tantas cosas. Como el dinero de las figuras, el espectáculo del que participan. Qué toro me voy a encontrar en Castellón y en Valencia. O cuándo habrá competencia directa y toro además. Me parece que eso va a costar un potosí esta temporada.
El Toro habrá que dejarlo para Rafaelillo (el ausente de Valencia, Castelló y Sevilla), López Chaves, Fernando Cruz o José Calvo. Porque si de figuras se trata no cabrán más de una y media por cartel y claro, con el medio toro a modo.
Lo iremos viendo y cuánto nos gustaría equivocarnos. Por cierto: José Tomás ya ha agotado entradas en Castellón. Sólo queda el legal 5%.
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