Hoy se ponen a la venta las entradas, a partir de las 10 de la mañana, para la Feria de Fallas. Las grandes colas no defraudarán. Tras cerrar el periódico, he pasado por el centro para ver como estaba el ambiente. La acera, donde está prohibido aparcar, estaba llena de coches. Habría unas cincuenta personas. Unos pegados a las taquillas con sombrilla y todo. Otros bajo los arcos de la propia plaza o junto a Montoliu, otros dentro de los coches y varios andando de arriba a abajo como desorientados tratando de hacerse la idea de que por delante quedaban todavía poco más de ocho horas y media al raso. Y claro que sí, muchos llevaban escrito en la cara "soy un reventa". Era la 1:27 de la madrugada y esperan conseguir un puñado de entradas para la tarde que torea José Tomás y lo que caiga.
El viernes pasado pasé por la plaza. No pude evitar asomarme. Al ruedo todavía había que echarle nuevo albero y en las nayas de sombra donde está el palco presidencial se trabajaba desde un andamio. En los tendidos de sol, bajo el reloj, también trabajaba un operario. Con un arnés estaba atado a la segunda naya donde un compañero también estaba al quite.
No hay comentarios:
Publicar un comentario