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10 abril 2012

cuando despedimos a joaquín vidal

Lo que escribimos hace una década..
La lidia la llevaba por dentro y no pudo ir a pasar los fríos de Valdemorillo. También dejó vacía su barrera del dos en Valencia. Y ya no ha podido soportar que los clarines sonasen en la Maestranza y usted no poder oírlos. La lidia iba por dentro. A toma y daca y sin concesiones a la galería, como era.

Se le echaba en falta. A ciegas se le buscaba en su página de El País. Y nada. No había periodismo caro, ése que derrochaba en cada crónica; periodismo puro, conjugando el parar-templar-mandar, los cánones de la honradez, la independencia y la verdad; periodismo claro y natural, sin posturas aflamencadas, y es que su hoja en blanco enseguida tenía faena. Al fin y al cabo, de su puño brotaba el periodismo eterno. Que encima engalanaba de grandeza con esa literatura que le corría por las venas, que era su torería: ésa que diferencia a los grandes.

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