Algo sucedía. Y es que unas de las mayores dinastías del toreo mexicano
empezaba un nuevo capítulo con el debut de Fermín Espinosa, otro
'Armillita' en los carteles; y otro novillero, Martín Escudero, con
reata taurina --vía el ganadero Adolfo Martín-- hacía también el
paseíllo por primera vez en plaza de primera categoría. Algo iba a pasar, pasó y al presidente lo dio por dar el no por respuesta al futuro.
Lo peor es que es ya sabemos que ese no será el nivel por los días próximos. Porque no es la primera vez que pasa.
La novedad la acusaron los más nuevos y Román, el chaval que como credencial viene que estudió en el Liceo Francés, sin dudarlo se pegó una tarde de novillero total, ya con más cuajo, pero un festín en el que por momentos superó los límites razonables. Tres volteretas, mucha verdad, firmeza, temple y mando.
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