Los Carradine se han hecho hueco en las últimas semanas, y quien dice últimas se refiere a las pasadas cinco o seis, entre las bandas más asiduas a entrar en mi reproductor. Por eso esta crítica. Primero fue mera curiosidad, la decoración del cd y luego más cosas. Tal vez, la actitud que desprenden. El punk, el rock más descarado, los guiños pop o incluso ska y unos Clash en los altares. El saber que ya no son unos críos, que llevan corrido lo suyo y que no han desesperado hasta editar su primer trabajo, “Sospechoso tren de vida” (editado en 2006, pero que a todos los efectos vamos a considerar de 2007), que en 30 y muy pocos minutos contiene 16 canciones de raíces conocidas. Por ejemplo, sorpréndete, los primigenios Loquillo y Trogloditas o los mismos Siniestro Total. Sin duda saben de dónde viene y tal vez a dónde van. Ellos mismos se encargan de dejar claro en la canción que inaugura el disco, “Sonad a los Smiths”, que estos Carradine no hablan de oídas: “Los que dejaron que él muriera en la cama nos pagaron un mal precio sólo por seguirlos / PSOE, Luz y speed y mucho ruido / Clash y Devo son papá y mamá no tenemos nada que enseñar”.
También por ideología o por el simple respeto que se ganan por incluir dos canciones en catalán con toda naturalidad. Por la dedicación en la titulada “Billy Bragg”. O por ofrecer canciones que se escuchan por los simples placeres del disfrute y la diversión. Títulos: “Putolíder”, “Hago aviones”, “El Nobel de la Pau”, “Vietnam sentimental”, “Qué cantautor” o “Los amantes del amor”, por no citarlas todas.
En fin, que para los tiempos prejuiciosos y adocenados que corren en la escena musical doméstica, que bandas como Los Carradine armen sin complejos un disco echando mano de unas actitudes y sonidos que lucieron cuatro gatos hace veintitantos años y canten sin pensar en ningún momento en el qué dirán, no es que sea la revolución pero sí una lección a cualquiera de estos advenedizos enredados entre pajas-músico-mentales y a tanto moderno copista y con banda de aluvión, que engullido por cualquier ola de nada en medio de un mar tan en calma como aburrido, nunca dirán nada. En fin otra vez, que olé por Los Carradine, por su rollo crítico e inteligente, por recuperar la trinidad nada santa de punk, rock e ideología.
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http://www.myspace.com/loscarradine
Crítica publicada en Vinilo Valencia.
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