Tomó la palabra Manzanares, que ha comunicado que por parte del Ministerio de Cultura y de Interior "no hay ningún inconveniente para que el toreo pase a formar parte del Ministerio de Cultura"
El toreo lleva en estado de alerta desde que la amenaza abolicionista lo puso entre la espada y la pared en Catalunya. Y antes fue prohibida allá que los que se han erigido en portavoces de la tauromaquia han conseguido algo.
Hoy, 13 de octubre de 2010, Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de Interior y contrastado hombre de Estado, ha confirmado a Enrique Ponce, Julián López, Miguel Ángel Perera, Cayetano Rivera, Manuel Jesús Cid, José María Manzanares y Alejandro Talavante, además de Carlos Núñez, presidente de la Mesa del Toro, y su abogado, Javier Araúz del Robles, que "no hay ningún inconveniente para que el toreo pase a formar parte de Cultura."
La noticia supone toda una novedad, un nuevo paso que necesita de claros objetivos y toda una relación de compromisos para garantizar el futuro y el respeto del arte de la tauromaquia --riqueza artística y cultural-- y de todos aquellos factores que de ella dependen.
El alicantino ha explicado que para que se termine de completar un traspaso que todo el mundo que ya da por hecho, falta que: "Desde nosotros mismos terminemos de definir varios aspectos, de orden interno, y en el momento que estén resueltos, pasaremos a depender totalmente del Ministerio de Cultura."
¿Cuáles son esos aspectos "de orden interno" que hay que definir? Y algo más importante: ¿quién los va a definir?
Sin duda, los taurinos de profesión --matadores, novilleros, rejoneadores, ganaderos, empresarios, apoderados e incluso medios de comunicación y periodistas afines-- deben escuchar otras voces. Deben admitir opiniones, deben dejar ejercer su particular absolutismo. Es el momento para que el toreo cuente con una organización fuerte y seria que defienda un espectáculo único y lo difunda.
En este paso de Interior a Cultura, más bien algo simbólico por el momento, el toreo debe salir de su armario particular, ése en el que permanecido encerrado sin relación alguna con la sociedad y que lo ha llevado a la marginalidad más absoluta. Hemos visto cómo ha sucedido en Catalunya, evitar esa deriva es objetivo no sólo de quienes viven de ello, sino de la afición que lo defiende sin tapujos.
Que el toreo es Cultura, mal que les pese a muchos, es una evidencia. Del paso de carteras hay que lograr primero el más absoluto respeto y segundo la rebaja del IVA en el precio de las entradas. Es decir, que nadie pueda censurar --prohibir, abolir-- la expresión artística que es la tauromaquia, que los ganaderos y gente que vive de la selección y crianza del toro bravo sean reconocidos como los principales defensores del propio toro; y que el precio de la entrada goce del mismo IVA que cualquier espectáculo cultural.
Pero ahora este traspaso deberá contar también con el apoyo de las comunidades autónomas, ya que muchas de ellas tienen transferidas las competencias.
Por lo tanto se necesita de un gran compromiso de todos, que lo mismo se hubiera podido tener en Interior que en Cultura, que ahora o hace 10, 15 o 20 años. Que cualquier solución ahora llega tarde está claro, pero todavía no es demasiado tarde. Que si antes el propio sector taurino no autocrítica, asume sus propios errores y hace todo lo posible por corregirlos, nada servirá de nada.
Los primeros que deben hacer por mirarse al espejo son los que han acudido a la reunión con Rubalcaba: Ponce, El Juli, Perera, Cayetano, Manzanares, El Cid y Talavante. De la situación actual, de la falta de respeto social del toreo y de su falta esplendor parte de culpa es suya y más ahora que gozarán de la consideración de artistas. ¿O es que se imaginan a un actor de teatro disfrutando de aburrir a sus espectadores y actuando ante patios de butacas cada vez más vacíos?
PS 1: Declaraciones Vía :: Mundotoro.com
PS 2: "No sabía yo que los reglamentos de aduanas los hicieran los contrabandistas", palabras de K-Hito no de ahora precisamente. | Vía :: Toro, torero y afición
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