... y sus anhelos: Las Vegas.
Si prohibieron las corridas de toros, dijeron, por una Catalunya mejor en nombre de no sé qué moral, ahora de ésta se olvidan con tal de caer en gracia al multimillonario de turno que quiere hacer negocio de la ludopatía. ¿Cuánto tardará en convertirse el póker o el juego de la ruleta en tradiciones arraigadas dentro de esa cultura catalana elaborada a golpe ocurrencia políticonacionalista?
Veo a Artur Mas haciendo competición con Madrid por unos rascacielos y varios casinos, y me acuerdo de su moral, sus recortes, en fin... de su hipocresía.
PS: Y lo que me jode es que el terreno que se ofrece sea el de Montcada i Reixac, pueblo de Serafín Marín. Aunque bien pensado, si este complejo llamado EuroVegas va a subsistir al margen de la ley, bien se podría colar por ahí una plaza de toros. ¿Total?
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