16 mayo 2008

ser torero: el cid

AÑADIDO 16:14.- Un par de frases de Agustín Hervás en su crónica de ayer y de Bastonito merecen encabezar este post:

Dice Hervás "que estabamos esperando al Mesías, y no sabíamos que el Mesías estaba entre nosotros."

Y dice Bastonito: "El Cid, hoy por hoy, es el rey. Con orejas y sin ellas, porque es capaz de enjaretar una serie excelsa de naturales al toro bueno y al malo, a la alimaña y a la tonta del bote, y eso está al alcance de muy poquitos elegidos."

Ser torero, y además figura, entre otras cosas obliga a ser capaz a hacer cosas como a las de ayer. Aunque luego se pinche una faena en la que se ha bordado el toreo al natural y se te quede una cara como la que cazó la cámara de Manon.


Pero ser torero, y además figura, necesita de citas como la que el próximo 31 de mayo tiene El Cid en Madrid. Son los hechos que elevan el toreo a la categoría de grandeza. Otra vez El Cid y Victorino, que ha elegido una corrida que más leña no podía tener. Este es Verecundo y está herrado con el 107. Es mi apuesta.

3 comentarios:

V. Sánchez López dijo...

Andrés, ¿sabes cuantos Verecundos se han lidiado en los últimos años en Madrid con resultados muy desiguales?

Unknown dijo...

la verdad es que no. pero de los toros que recogías en tu blog es el toro que mejor cumplía mi concepto del toro de Victorino: el pelo cárdeno claro (que suelo considerar básico en el encaste albaserrada) su cara y hocico avacados, la cornameta engatillada pelín cornipasos (los otros los veo demasiado descarados o exagerados), y las hechuras, en comparación con las otras, la veo más propicias para la embestida humillada clásica. A las otras, según las veo, se me antojan más fieras.

pero que sepas que te escribe alguien que sólo ha visto toros en el campo (en vivo y directo) una vez.

en sevilla.señalé al número 136, que hizo cuarto en sevilla y lidió pepín liria y no fue malo. este verecundo tiene con aquel como principal diferencia la cara y la altura, pero muchas semejanzas.

Martín Ruiz Gárate dijo...

Me gustan las apuestas que haces todos días sobre el toro que mejor resultado dará por la tarde. Unos días acertarás y otros no, pero el caso es que te mojas, algo bastante inusual y muy de agradecer, y eso me hace ver con más interés la corrida por el morbo de adivinar si te habrás equivocado -lo que nos suele pasar a todos en estos casos- o has dado en el clavo. Enhorabuena.