El Juli abre la Puerta del Príncipe de La Maestranza sevilla. Tarde de tremenda torería, profundidad y ambición. Tres orejas, que bien pudieron ser cuatro o igual tres, repartidas de otra manera.
El Juli se enfrentó a la tarde con tremenda disposición. Y desde que se abrió de capa se le vio encajado. Ensimismado en el toreo que empezó a derrochar a la verónica, en ese quite de chicuelinas y medias tafalleras la mar de toreras, en redondo y al natatural tremendamente entregado, encajado, profundo, codilleado, sentido. Mando, temple, gusto y acero.
Sus dos de El Ventorrillo fueron nobles, pastueños, dulces, sin asperezas, con buen tranco y de embestida humillada. Tal vez demasiado azúcar. Pero un triunfor rotundo e incontestable. De una y dos orejas, trofeos que a la inversa hubiesen tenido más coherencia, lo mismo que las cuatro orejas.
La tarde, que acabó con El Juli yéndose en triunfo por la Puerta del Príncipe, confirmó el estado de gracia de un torero en plenitud. Como he leído por ahí, no cabe comparación con sus compañeros de terna, Sebastián Castella y Miguel Ángel Perera. Sí, en cambio, la duda de hasta dónde podría haber llegado Julián López con el pegajoso y encastado quinto o en el manso y huidizo sexto.
La corrida de El Ventorrillo estuvo bien presentada. Con cara y cuajo. Con exceso de nobleza. Corrida del gusto de figuras que confirmó su buen momento para estos menesteres. ¿Suficiente? Dejémoslo en demasiado justo. Pero los problemas de ese quinto desbordan a más de una figura y por contra tanta nobleza, empalaga.
Fotos :: Arjona para plazadetorosdelamaestranza.com
1 comentario:
Debe ser que yo vi otra corrida o es que en la tele todo sale desfigurao
Cocoché
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