Román cortó sólo una oreja al buen cuarto.
Si lo que se pretendía era una tarde de ilusión, de vislumbrar el futuro, diremos que el futuro no se dejó ver por la plaza de toros de València, aunque nos gustaría pensar lo contrario. Lo único cierto es que a la Feria de Julio, tal y como va la cosa, diremos que le está costando arrancar. Las siete orejas de la víspera en la tarde de rejones el recuerdo que han dejado ha sido tan indeleble que ni han aguantado 24 horas en la memoria. Así que vuelta a empezar.
Feria de Julio. Plaza de toros de Valencia, 19 de julio de 2010. Novilla sin picadores. Erales de Nazario Ibáñez para Román, Miguel Ángel Matamoros y Tiago Santos. [VÍDEO]
Y ya que nos ponemos, empezamos con una sin caballos, es decir, con una de futuro e ilusión, que de eso nunca debe faltar. Por eso mismo vamos a quedarnos --y pare usted de contar-- con un gran eral de Nazario Ibáñez de nombre 'Pedigüeño' y un muy buen par de banderillas de Raúl Martí a este mismo novillo, sólo uno. Porque maldita la gracia que tuvo Román en empeñarse en dejar el tercio en sólo dos pares y privar a Martí de una nueva entrada. Servidor se quedó con las ganas y el becerrista de la Escuela de Tauromaquia de València se equivocó (o alguien lo equivocó).
El tal 'Pedigüeño' ya de salida había confirmado su calidad y casta. De inicio embistió humillado y metió la cara con vibración, y ese estilo lo conservó durante toda la lidia. Con recorrido, metiendo el hocico por abajo y repitiendo con temple y nobleza: un lujo al que había que torear. Pero eso sucedió a veces, poque cuando no había otra que ligar era el novillo quiene gobernaba. De Román, lo mejor la actitud, que le permitió cortar una oreja que supo a poco.
Lo demás dijo bien poco. La eralada de Nazario Ibáñez transcurrió vulgar y cuando no mansurrona y huidiza y a los otros dos novilleros costó un rato ponerles nombre. Y es que de lo que anuncia el cartel (ver abajo) uno ya no se puede fiar y tiene que andar apretando la vista para ver las vueltas de los capotes. Resulta que el segundo era Miguel Ángel Matamoros, de la Escuela de Badajoz, y el tercero Tiago Santos, de la escuela portuguesa de Vila Franca de Xira.
Ninguno de los tres actuantes dijo nada nuevo ni cayeron de pie ni en gracia. Tampoco molestaron ni son unos ignorantes en eso del arte de Cúchares. Cuanto menos tienen buena intención, se quedan quietos y tienen cierto temple. A Román su primero le sorprendió demasiado, en cambio, hay que apuntar su variedad con la capa en todo momento. Matamoros se dedicó a perseguir a su primero y se pasó de faena con el soseras que hizo quinto. A favor del novillero, entonces, anotar la perseverancia. Y del portugués Tiago Santos hay que decir que, por ahora, echa la pata adelante, cosa que no se ve todos los días, y la muleta también, luego embarca bien la embestida pero ya no la sujeta ni mucho menos la remata.
En fin, que maldades pocas. Pero el futuro dice que igual se pasa por la plaza cualquier otro día. Y visto que hoy éramos un cuarto justo de entrada, veremos cuando le dé por aparecer a cuántos encuentra por ahí.
2 comentarios:
No es una excusa, solo un matiz. Que sepas que ha salido a torear con un esguince del hombro derecho consecutivo a un percance sufrido el sabado en Valdelaguna (madrid) donde corto 2 orejas frente a duros novillos de Flor de Jara puro encaste Santa Coloma...
En estas condiciones lo que si ha demostrado es que tiene valentia y quiere ser Torero.
Anónimo si eres de verdad amigo del novillero, aconséjale que se ponga a torear y no a ventajear que ahora es joven y puede pulir defectos.
Nadie duda de sus ganas y su valentía pero esa se demuestra toreando de verdad y no con tanta artimaña.
La culpa no es del chaval, es de los que lo llevan.
Prados.
Publicar un comentario