15 septiembre 2011

un problema 'monumetal'... y balañá calla

Artículo publicado el pasado domingo en el El País en su edición para Catalunya. El problema: el futuro de la Plaza de Toros Monumental de Barcelona para cuando se perpetre definitvamente la abolición de la tauromaquia en Catalunya.

Ante esto, desde el Grupo Balañá --otra vez-- se callan.

¿Será por respeto al cadaver todavía presente que han dejado y estarán esperando que lo arrastren las leyes de la política catalana? No creo, la verdad.

El domingo 25 de septiembre la plaza de toros Monumental de Barcelona celebra su último festejo taurino. La Ley de Protección de Animales aprobada por el Parlamento catalán supone el fin de las corridas de toros en Cataluña a partir del 1 de enero del año próximo. Y el cierre de la plaza de toros de Barcelona -la última que ha pervivido en la ciudad después de la de la Barceloneta y Las Arenas- pone sobre el tapete un muchos problemas. El primero es en el que ya están trabajando los abogados del grupo Balañá y los técnicos del Departamento de Economía de la Generalitat, porque la ley prevé la compensación económica "a los titulares de derechos subjetivos" en el plazo de seis meses. Y precisa que esos efectos económicos se deben trasladar al presupuesto del ejercicio siguiente. Fuentes del grupo Balañá no quieren avanzar de qué cifra se podría tratar -algunos cálculos apuntan cifras millonarias de más de 300 millones- y desde el Departamento de Economía de la Generalitat apuntan que lo primero que hay que aclarar es qué siginifica "el derecho subjetivo" para hablar de indemnizaciones. En cualquier caso, se trata de una patata caliente, puesto que además del cese de la actividad -el toreo- por imperativo legal, hay que añadir que la Monumental es una manzana entera -10.000 metros cuadrados de suelo- en medio del Eixample barcelonés. Se trata, además, de un edificio protegido -no se puede tocar ni fachada ni estructura- y la calificación urbanística es de equipamiento.

Es un edificio privado, por lo que su futuro pasa por la venta, expropiación o un acuerdo entre la propiedad -el grupo Balañá- con el Ayuntamiento de Barcelona. La empresa de espectáculos de Barcelona no quiere avanzar nada.

Balañá, por su parte, no quiere dar pistas: "Además, no es el mejor momento para hablar de grandes proyectos", precisa un portavoz del grupo.


PS: Si la impotencia o la rabia se pudieran sopesar, rompía cualquier báscula.

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