La Feria de Fallas fue mucho más de lo que sucedió en el ruedo. Si bien lo que hicieron Fandiño, Manzanares o Román o lo que expresaron los toros de Adolfo Martín, Valdefresno, Alcurrucén o Fuente Ymbro fue lo que dotó de sentido a todo, a la salida de cada tarde esperaba el casal de Arte Taurino Tour. La plaza se abría más allá de sus arcos y los aficionados se integraban en su apasionada (más o menos según la tarde) tertulia con los ríos de gente que han recorrido València durante la semana fallera.
Un espacio como punto de encuentro, de cultura y afición, pero también de cañas y amigos abierto a todos. De una manera o de otra muchos fueron los que vivieron la Feria de Fallas porque por el inmejorable punto de la plaza, muchos fueron los que pasaron por el hospitality y estuvieron allí hasta altas horas de la madrugada.
Por la zona VIP también pasaron inmurables caras conocidas antes o después de asistir a cada de toros de Fallas. Pero más que apostar por el glamour, que también, toca darle incetivo al aficionado y sobre todo atraer al curioso, invitarle a que entre a la plaza y asista a los toros. Porque el casal congregó a muchos aficionados, pero cerca del 70% y según a qué horas fue gente que encontraba junto a la plaza de toros de València un espacio ideal para echar un rato con los amigos. Tiempo habrá para pensarlo todo mejor, pero ahora el paso ya se ha dado: la Feria de Fallas y la Fiesta salieron sin ningún tipo de complejos.
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