Más o menos así era el momento:
Y en esas, estábamos en el quinto cuando la tarde explotó y el mano a mano cobró sentido. Ponce había pasado por la enfermería. El galope del toro excelente. Sus hechuras. No así su seriedad. El quite tras la primera vara de Ponce a la verónica, de gran nivel. Sacándose el toro a los medios, pata adelante y la media. La expresión del toro al venirse era para soñar en cómo metería la cara. José Manuel Montoliu, que ya se había desmonterado en el tercero, bregó a gran nivel. Y José Antonio Morante decidía apuntarse por fin a la tarde. Su genio bajaba de los cielos. El toro visto en la capa de Ponce por verónicas, se ciñó por chicuelinas a Morante con ese sello tan propio y la media total.
Y ahora Morante en acción, arrebatado para ejecutar una chicuelina...
Y ahora esa media total, que rompió alguna que otra garganta.
PS: Lo que son las cosas. Caprichos del arte del improviso, que no me dio tiempo a grabar, solo a disparar fotogracías para detener el toreo. Y luego ya, la faena de Morante al sexto la batería dijo, "tu tía, esto míralo solo con los ojos".
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