La realidad vivida durante los dos últimos años en Ecuador se desconocía totalmente y la polémica solo llegó a Europa cuando se debatió si apoyar una Feria de Quito, si los toreros debían participar en ella o si incluso debía darse un ciclo al que se le había amputado a través de un polémico referéndum la muerte del toro en la plaza. El agrio debate originado a esta parte del Atlántico desconocía totalmente la lucha llevada a cabo por los aficionados ecuatorianos desde el más absoluto activismo, sin apena medios --5.000 dólares autorizados por el propio Estado, frente a toda la maquinaria propagandística del gobierno abolicionista de Rafael Correa-- pero con gran inteligencia.
El presidente Correa manipuló a su antojo la consulta popular para asestar un golpe a la Tauromaquia y dar un paso hacia su abolición. En un primer momento la pregunta mezclaba toros y peleas de gallos. Pero al ver que no iba a resultar, sacó de la consulta lo relacionado con los gallos y dejó los toros. Y aún así, la tauromaquia íntegra soportó el envite abolicionista y resistieron, se blindaron 95 regiones a la prohibición de las poco más de 100 que celebran torso en el país. Y sobre todo en la regiones andinas, esas en las que Rafael Correa deposita la base de su neo-nacionalismo, le dieron la espalda y salvaron la tauromaquia.
Pero se amputó la fiesta en Quito por poco más del 1% de una votación cuyo recuento duró ¡45 días! Así quedó amputada la feria más importante del Ecuador, se creo el debate y se luchó y se continúa luchando por la Fiesta.
Todo un ejemplo el que nos dieron Santiago Aguilar, Catalina Chiriboga y José María Morán y, sobre todo, una valiosa información de todo el trabajo realizado por Fiesta en Quito y en todo Ecuador.
Ahí van unos vídeos de la conferencia y de la defensa activa de la Tauromaquia en Ecuador.
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