01 octubre 2012

bous a algemesí/ javier jiménez y fernando adrián, por la puerta grande, coronan el triunfo de todo un pueblo

Algemesí, 30 de septiembre de 2012. Novena y última de la Setmana de Bous. Novillos de Jandilla, de correcta presentación, nobles en general, flojeó en exceso el tercero. Javier Jiménez (oreja y oreja) y Fernando Adrián (silencio y dos orejas). Casi lleno.

Algemesí cerró su Setmana de Bous en plan triunfalista. Ven que se acaba y el pueblo, como si quisiera demostrar que está con fuerzas de volver a empezar y los nueve días de toros no hubiesen hecho mella, se lanza y empuja en el último novillo como si no hubiera mañana. Hasta el que saca el cartelón con el nombre y el peso a lidiar se da una vuelta al rectángulo. "Que es el último, que es el último" y todos lanzados a disfrutar al máximo de su lidia. Vamos, que se lo pusieron a Fernando Adrián en bandeja para que acabara cortando las dos orejas, y las cortó

La fiesta del pueblo, la fiesta autofinanciada, la fiesta autogestionada. El trabajo y el esfuerzo de la Comisión Taurina, de las peñas cadafaleras y de todos y cuantos se acercan a vivir de cerca la fiesta y a pegarse un chute en vena de un Algemesí, que apuesta desde tiempos muy lejanos por el futuro, merece de nuevo toda la admiración y las más sinceras enhorabuenas.

Triunfalismo por el triunfo un año más de una Setmana de Bous apasionante y que cada un vive a su antojo en busca de la felicidad y siempre con el toro como eje central. En el último capítulo de esta edición, una novillada de Jandilla. Noble y con posibles, salvo el inválido tercero. Bien presentada, aunque sin ser ofensiva por delante en exceso. Y Javier Jiménez y Fernando Adrián a hombros por la puerta grande.

Javier Jiménez sacó todo el desparpajo made in Espartinas en su primero. Faena de arrojo y sonrisa. Casi pasó más tiempo de rodillas que a pie firme. Arrancó de hinojos, ganando terreno, muletazos por alto y una serie en redondo todavía de rodillas. Efectividad 100% y muy en novillero. El novillo, un bendito. Noble y muy larga su embestida, aunque marcó tendencia a la baja demasiado pronto. Javier Jiménez puso temple, adiministró espacios y poco más, le faltó montarse encima. Cayó la oreja por su propio peso.

La otra poco más que se la inventó. El tercero fue flojo en exceso y lo acusó durante toda su lidia. Jiménez, que ya es novillero curtido, no obligó, templó, sujeto con técnica y cuando llegó el momento, echó las rodillas al suelo, combinó desplante y sonrisas y agarró la estocada de forma certera. Se abría así la puerta grande.

Fernando Adrián despertó en el último y porque no tuvo otra que responder a un público eufórico ante el último novillo de su Setmana de Bous. En su turno anterior, con el segundo, Adrián se había mostrado apático ante un novillo encastado y con geniecillo al tomar las telas, que apretó lo suyo en el peto e hizo hilo en banderillas hasta la tronera de los burladeros. Luego Adrián acortó distancias practicamente de inicio y ahogó las embestida del novillo en una faena plúmbea, sin brillo ni claridad, conforme se vio a la hora de entrar a matar con ciertas dudas.

Pero en el cuarto a Fernando Adrián no le quedó otra que aprovechar el empuje de Algemesí y echar el resto. Saludó por faroles y se lució en las verónicas ya muy encajado. Banderilleó vistoso y brindó al cadafal de los más pequeños, que son el motor auténtico de la plaza. Novillo al que imprimir temple y someter sin brusquedades y con un pitón izquierdo de vicio, hocico a ras de albero. Adrián tiró de las embestidas y acabó metido entre los pitones y de rodillas. Estocada tras pinchazo, y aun así cayeron las dos.

Algemesí cerraba su Setmana de Bous en triunfalismo. Se lo merecía. Fins a l'any vinent!

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