Un tal Aviador --fue tarde de tres aviadores, pero solo uno de altos vuelos--. Hizo tercero y le correspondió a David Esteve.
Un toro. Aviador, número 9 y a un mes de cumplir los seis años. Cárdeno
claro, hondo, bien rematado, de hocico achatado. Tirando a Santa Coloma.
Y esa embestida que gatea y se desliza con temple ya de salida. Con un
pitón derecho de escándalo. Por ahí dio una tregua y permitió el toreo
de largo trazo. Una suerte para un David Esteve tan poco toreado.
Con fijeza en el caballo,
A este Aviador no le hicieron falta trincheras desde las que especular. La primera serie por el derecho se la pegó el toro solo y hasta el final. Esteve a partir de ahí fue tomando mando de la situación. El derecho valía un potosí: por bravo y humillado; pero no había que darle ni media ventaja...
Un de pecho por el izquierdo a punto estuvo de costarle un disgusto.
El ganadero acertó con él.
Por la mañana había dicho: "Están muy en tipo el 3°, el 5°. El 6° va a ser muy de público, o eso creo. Puede ser muy noble el 1°". En lo demás no acertó.
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