- 1.801 votaron en contra (7,82% de los ciudadanos con derecho a voto)
- 1.418 votaron a favor (6,16% de los ciudadanos con derecho a voto)
- Unos 23.000 ciudadanos censados en Aldaia eran los que podía votar. Por lo tanto, únicamente votó el 14,33%.
- Del resultado, la primera gran reflexión que se puede extraer es: uno, que Aldaia es una ciudad dormitorio en la que sus vecinos y vecinas apenas participan en asuntos relacionados con el municipio.
- Y dos, que el nuevo alcalde plantea problemas donde no los hay y lo único que consigue es dividir, jugar a la pseudodemocracia y a la mediotización del municipio, por aquello del amarillismo que provoca un tema así.
- La prueba es cómo es capaz de cundir la desinformción. Por ejemplo con este subtítulo en el que 1.801 votos en contra de los toros de repente son el 56% de los habitantes:
- Lo que se consigue con esto es la discriminación, convertir a ciertos ciudadanos de Aldaia en ciudadanos de segunda, invitarles a no asociarse por una actividad cultural determinada y relegar e impedir las actividades que proponen.
- ¿O se van a juzgar todas y cada una de las propuestas y actividades que plantean realizar todas y cada de las asociaciones del municipio?
- ¿Dejará el ayuntamiento de Aldaia realizar festejos taurinos populares en otras fechas, fuera de las fiestas patronales?
- Por otro lado, también hay que tener en cuenta la escasísma tradición taurina de Aldaia.
- Si la presencia de festejos taurinos populares es de hace cuatro años y se ceñía a una decisión política de un determinado alcalde del Partido Popular, está claro que la politización se encontraba ya en la misma raíz.
- Y por último, defender los toros con banderita no nos carga de razones.
- Al contrario, no se puede defender 'els bous al carrer', la manifestación de la tauromaquia propia de los pueblos valencianos con tanta cutrez y tan pocos argumentos.
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