03 febrero 2016

andrés calamaro sobre josé tomás


Vía :: El País |

En otra época mas tolerante, menos viral y mas cultural en el mas académico sentido, el mundo en pleno aceptaría con énfasis a los maestros de la tauromaquia por su profundidad estética, pureza litúrgica y heroísmo. Como a grandes figuras del arte fuera de la aburrida discusión en cuanto a la merecida categoría artística y mas allá de la afición practica o constante. En una sociedad no contaminada por una insoportable pereza intelectual, menos inquisitorial y moralista, una figura del toreo seria celebrado por artistas, intelectuales y pueblo, incluso por snobsde categoría.
Así debería ser. Y así fue durante los tiempos ajenos a la pulsión digital y a una corrección política entrecomillada que amenaza con arrastrarnos a una grieta insostenible.

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