08 junio 2017

saltó la liebre


 Ayer, en Las Ventas, el presidente al que todos conocen como 'el presidente mediático (o tuitero)' premió con la vuelta al ruedo al toro 'Liebre', de Rehuelga. Fue un toro que con todos sus 647 kilos tuvo a bien en comportarse como toro bravo, desde su misma salida; embestir con fijeza humillada y riñones al caballo de picar e ir a más en una faena de construcción nada fácil para el torero por aquello de esa embestida santacolomeña tan dormidota, incluso amexicanada, que se embroca perfectamente pero que cuesta rematarla en los muletazos por abajo, algo que solo ocurrió al final de un trasteo del que el público, así en general, como durante casi toda la tarde, andó perdido, desconectado o sin acabar de entender lo que allí sucedía. Un toro que no permitió faena de ronquera, pero que congregó un puñado de virtudes, unas visibles y otras ocultas. Un toro bravo a su manera. Pero bravo sin nunguna duda.

El premio de la vuelta al ruedo para algunos no ha pasado de lo anecdótico. Para otros ha sido toda una afrenta. A otros les justificará una tarde en la que salieron tres toros más que interensates. Porque, tal vez, juntando muchas cosas del quinto y otras tantas del sexto --'Coquinero', de Rehuelga--, nos sale un toro 10: La bravura a más del quinto y la profundidad y embestida con finales del sexto, y uno se apunta a más de Rehuelga como aficionado y a lo mejor alguna que otra figura, también. Porque al cartel en verdad le faltó eso: toreros experimentados. Eso, y un poquito más de cultura taurina, así, en general, y la corrida de ayer se huebiera entendido mucho mejor.


A muchos les ha jodido que un toro con esa 'báscula' embistiera y fuera completo en todos los tercios. Lo de la vuelta al ruedo es decisión humana que no entro a juzgar por estar mediatiza a priori, que con el amarillismo sensacionalista ya se sabe lo que pasa. Aquí lo que interesa analizar de verdad son las decisiones que toma el toro en la plaza en cuanto a toro de lidia es. Y además, sabéis qué: sin esfuerzo recuerdo varios toros por encima de 600 kilos de encaste Saltillo, Aldeanueva, Domecq por varias de sus vías, Atanasio y Lisardo, Albaserrada, Miura o Santa Coloma de los que nuenca olvidaré. Ahora, a esos siempre los he visto en Madrid, Bilbao, València, Sevilla, Pamplona o plazas de semejante categoría.

Disfrutad del toreo, su diversidad y toda su verdad, y tranquilizaos.





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