Tardes así le permiten a uno andarse por las ramas, divagar y atender alguna que otra llamada telefónica. Ya ves. Por ejemplo, desde que el circular, en sus diferentes versiones, se instauró en el toreo moderno ya ha llovido. Uno lo sitúa hace ya unos 20 años atrás, más o menos, y le coloca tres padres: Ojeda, Dámaso y Jesulín.
Ahora es suerte fundamental y aunque sea con calzador, una faena moderna sin ración de circulares ni es faena ni es nada. Ha tenido sus víctimas, toreros de enormes calidades que se vieron absorbidos por el circular. Víctor Puerto, por poner un ejemplo.
Todo esto viene porque los tres novilleros de hoy lo han tenido que ejecutar de una manera u otra. Había dos de campanillas: Pérez Mota y Daniel Luque; y otro que echaba andar en las novilladas picadas, Alberto Gómez. Concretamente ha sido Luque quien me ha dado pie a enrollarme con lo del circular.
Va de torero caro. De esos que encaja los riñones, cimbrea la cintura y acompaña con el pecho. Ha dejado naturales que eran pinturas a un inválido medio moribundo del hierro portugués Fale de Filipe que le ponía el techo a lo que iba ser el festejo, y era el primero de lo que ha sido un petardo ganadero.
Taparlos con que han sacado una nobleza rayana la santidad y su presencia aceptable, no vale por su insoportable falta de fuerzas y casta. Todos de salida ya se iban por los suelos y varios se dieron costaladas de esas que tanto gustan al público dicharachero. Los tercios de varas fueron meros simulacros.
Volviendo a Luque, el torero caro, que condiciones tiene, decir que no se comprometió más allá del hilo del pitón. Eso sí, desde ahí hacía el toreo templado y con gusto. Fueron detalles sólo en su inválido primero, que amplió en el cuarto que ya le permitió ligar siempre y cuando no se fuese al suelo. Ya al final, incrustó la suerte fundamental del toreo moderno: el circular. Mató bien, perdiendo la muleta, y se le concedió una oreja de escaso peso, pero que servirá para los anuncios en las revistas especializadas.
El mismo uso le dará Manuel Jesús Pérez Mota a su petición y vuelta al ruedo. Pero habrá que decirle, que si da la vuelta al ruedo con tanta parsimonia, no estaría de más que lo intentará también con su toreo. Empecinado en la ligazón ahí se pierde. Unas veces por falta de espacio, otras por algún tirón a destiempo, y con estos de Fale Filipe pues pasaba que se derrumbaban. Su último recurso siempre fueron, cómo no, los circulares, el arma secreta de la gran mayoría de los escalafones de matadores y novilleros para convencer a la masa de que merecen el trofeo porque su dominio sobre la fiera es total. Con lo cual la faena se alargaba sobremanera. Le anotamos la gran estocada ejecutada al segundo intento en el quinto de la tarde.
Así está el patio, y a él ha llegado Alberto Gómez, de la Escuela de Tauromaquia de Valencia. Le pondremos un necesita mejorar. La lección se la sabe, incluido el circular, pero hay que sentirse más, enfadarse menos con las circunstancias. Y matar, para ello hay que hacer la suerte suprema hasta el final. Hacer la cruz y vaciar la embestida al toro. Porque lo suyo fue pinchar. El que dejó al primer intento con el primero de su lote lo llega a empujar hasta la bola completando la suerte y lo despena de una en todo lo alto. Pero se quitó.
Una duda, si en Avance Taurino del festejo y también en Mundotoro dice que Daniel Luque debutó con picadores el 19 de marzo de 2005 y que Pérez Mota lo hizo el 13 de febrero del mismo año, ¿por qué ha ido por delante Luque y no Pérez?
pd: La llamada fue la del jefe de prensa de Esquerra Republicana en Valencia para invitarme al míting de mañana sábado a eso de las 17 h. en la ciudad. Claro, he desestimado la invitación, porque mañana tengo una de pedrajas con Paco Senda, José Calvo y Francisco José Palazón; y claro, como es un amigo de los buenos lo ha entendido perfectamente. Hemos quedado a tomar café un día de estos y de paso le he invitado a los toros, pero está de curro hasta arriba.
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