El año 2008 lo despidió Francisco Camps promentiendo un buen fajo de billetes para eso de la crisis (aunque evitó nombrarla). Uno encima de otro iban a sumar la nada inestimable cifra de 8.000 millones de euros. Era el momento de abrir la libreta por cualquier hoja en blanco con el simple propósito (ya que el año nuevo estaba a punto de arrancar) de anotar los cientos de miles de millones que el presidente del Consell, desde entonces ya, a eso de las dos de la tarde y las nueve de la noche, Molt Honorable de forma oficial para la tele autonómica, fuese acumulando euros en sus discursos sin opción de réplica.
No, no pasaría mucho tiempo para que se volviese a reunir de forma verbal más y más dinero desde el gobierno de la Comunitat Valenciana. Tuvo que pasar una semana nada más para que los ilusos pudiesen creer aquello de que los reyes magos existen de verdad. La cifra esta vez no era tan mareante, se quedaba en sólo tres dígitos. Eran 360 millones de apoyo al empleo. Ahí quedaba eso, pero pronto empezarían las dudas. La colección de millones ya acumulada parecía que empezaba a quedarse en mera palabrería.
Tras los más recientes 1.000 y pico más destinados para repartir entre todos los municipios valencianos, Camps y los suyos deben haber pensado que mejor ofrecer cifras redondas. Y allá van, son tres planes (por ahora) los que se han dejado caer, y para evitar los incómodos picos, han venido a dejarlo en 10.000 millones de euros mondos y lirondos para lo de la crisis (?). Y dicen que ya está a punto de anunciarse un cuarto plan que seguro lucirá cargadito de bombo para variar.
Mientras, la verdad. Que la deuda (12.198 millones de euros en septiembre de 2008) de la Comunitat Valencia supera con creces la cifra prometida por el gobierno de la Generalitat Valenciana, y que en lo que significa gasto e inversión la Comunitat no está precisamente a la cabeza, sino más bien todo lo contrario. Por eso tal vez Camps cada día tiene menos de interés en comparecer en ninguna parte donde le puedan tocar los costados.
Pero mientras las cifras millonarias sean vagamente imaginables se podrá seguir así o eso parece. Amén.
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