Una especie de 'tú me salvaste, gracias'. Presidente e imputado Camps; juez y parte De la Rúa. Qué cosa más linda: una amistad retratada. Lo podrida que está la democracia, también. Arturo Virosque, presidente de la Cámara, al fondo, con mejor perspectiva que algunos fotógrafos, mira consciente del marrón que hay en ese apretón de manos, aunque luego Francisco Camps tenga una sorprendente facilidad para edulcorar su discurso, pero últimamente con un rictus como mucho más forzado. Sus palabras ya no suenan igual. Ahora chirrían.
Foto :: EFE
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