18 octubre 2009

¿yo, twittero?


Foto :: Marga Ferrer

Va para tres años que estoy en esto del blog. Mejor o peor, aquí está y aquí estoy posteando siempre que puedo. Hace como un par de meses me subí a lo del Twitter, y la verdad es que no le acabo de pillar la gracia del todo. Yo lo intento e incluso me apunto a saraos como el que el pasado martes se celebró en Valencia, el Horchata and Twitts, más que nada para enterarme cara a cara que es como mejor salen las cosas y aprovechando que se hacen cerca de casa.

Allí me encontré mucho techie --que les llaman-- empedernido que hablaban demasiado raro para uno. Los más, de Twitter hablaban maravillas. Lo menos, "decía bueno sí, pero...". En 360 Grados Press cuentan como fueron esas dos horas de desvirtualización horchatera.

Para mi lo mejor o más curioso fue, por ejemplo, encontrarme con profesores de la facultad, con los que tuve mis más y mis menos para aprobar sus asignaturas, ahora fanáticos de estas cosas 2.0 sólo cinco años después de que yo acabase. Entonces, hace entre cinco y diez años, nadie evidentemente había oído ni hablar del twitteo y uno de los profesores allí presentes nos exigía las entrevistas --para la asignatura de radio-- grabadas en una determinada cinta de cassette porque tampoco se sabía nada todavía de las grabadoras de digitales y muy poco de los archivos mp3. Está claro que las cosas cambian, y la prueba fue que entre los 50 y pico que allí no reunimos había mucho periodista y aprendices de.

Me encontré también con una compañera de promoción, la empollona de la clase en el mejor de los sentidos porque la tía se lo curraba lo suyo, tanto que se ha puesto de profesora y ya tiene el doctorado, la tesis y todo eso a punto de caramelo. Da Tecnología de la Información, pero dice que al twitter no le da demasiado. Y si ella ya le da poco pese a ser profe de la materia, pues mira, la verdad es que de bloggeros, twitteros y todo eso en mi promoción no hay muchos, diría que pocos, o mejor: casi nadie. Aunque alguna hay y de referencia.

Pero bueno, allí en el Mercado de Colón Twitter, con la excusa de tomarse una ortxata y unos fartons, reunió a unas 50 personas para hablar y para divagar sobre sus bondades, virtudes, vicios y defectos. Sin duda, es un nuevo método de comunicación de gran inmediatez y muy directo. El tiempo es su principal enemigo y la selección de fuentes todo un trabajo de orfebrería para el que no quiera que Twitter se le apodere. Que esto ocurra creo que es lo normal. Por eso me parece que hay que andar con pies de plomo por la twitersfera. Así voy, pero me gusta.

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