29 enero 2010

alfonso rus y su cortijo a medida

Veo la foto que publica Las Provincias y ya intuyo que, con mi 1,90, en vez de colocar las rodillas en los costados del sufrido/a aficionado/a que me toque delante, las voy a tener que acomodar con toda probabilidad contra los infranqueables e inertes respaldos de las nuevas butacas de hormigón que se han proyectado colocar en los tendidos de la plaza de toros de València.

Alfonso Rus, presidente de la Diputación, que a su vez es la propietaria del coso --declarado Monumento Nacional y Bien de Interés Cultural--, ha sido gustoso conejillo de indias --junto a Isidro Prieto y Carlota Navarro, vaya pareja-- y en primicia ha probado los nuevos asientos. Y eso que él, la verdad, no es que sea ningún espigado chaval de La Costera sino más bien todo lo contrario. Y claro, Rus se ha sentado a sus anchas y a plaza vacía.

Como si fuera su cortijo. Por activa y por pasiva se ha dicho desde aquí que la plaza en los últimos cuatro años ha supuesto cuatro millones de euros para las arcas de la Dipu, así sin más, gracias a aquel pliego/subasta que se llevó la apuesta de Serolo, que es esa misma empresa que hace nada abandonó los despachos de la calla Xàtiva con un simple adiós muy buenas y encantados de conocernos tras descubrir que entre el pasaje Doctor Serra y la Estación del Norte se escondía poca más que la gallina de los huevos de oro.

Dicho y hecho, la plaza acaba de concederse para la organización de espectáculos taurinos y Rus y los suyos se quitado de encima todo un problema. Porque es así, porque los toros y, sobre todo, su afición es un problema, siempre quejándose de todo, pequeñeces en fin, que si quieren ver a todas las figuras y además al toro serio. Señor Casas, apáñese usted, pero que las Fallas se vean por la tele y que se oigan los petardos y las músicas de los pasacalles entre chascarrillo y chascarrilo de Molés y compañía. Lo bonito que puede quedar, oiga. Y València, de nuevo en el mapa. ¡Hurra!

Y Alfonso Rus gozará en su cortijo. Entre coñas ya tiene pensado ponerle toldo a la plaza para cuando el circo que vendrá dentro de un año. Porque ahí es donde va a disfrutar, montando saraos. Porque gracias a Serolo se ha enterado de una cosa: "Valencia no tiene recintos en el centro para acoger espectáculos en invierno. Con la cubierta de la plaza de toros, la ciudad tendrá el mejor, a las puertas del metro y para 12.000 personas".

Se le nota que está ilusionado y tiene prisa: en septiembre quiere sacar a concurso la plaza para menesteres extrataurinos y para diciembre, cuando monten el circo, quiere la plaza con capucha. Veremos, y veremos los costes y los sobrecostes, pero todo sea por la felicidad de Alfonso Rus en su cortijo a medida. ¿O es que la Dirección General de Patrimonio se lo va a impedir?

PS: En esta foto publicada por Elperiodic.com vemos como a Alfonso Rus le sobra escaño en el tendido por todas partes. Unos escaños que, por cierto, un día u otro se encarecerán tras la reforma para cualquier aficionado de bien que pase por taquilla. De toros, de la Feria de Fallas quiero decir, hablaremos en otro rato.


No hay comentarios: