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| Foto :: EFE |
Pues sí. No le basta con tener varios cargos y otros tantos y suculentos sueldos, no. También quiere seguir acaparando la atención mientras se las da del gran estadista que nunca fue. Su última actuación en la que ha dado rienda suelta a su particular incontinencia verbal ha tenido lugar en la escuela de negocios de la Universidad de Columbia (NY). Se ve que se llevaba bien con el dictador Gadafi, que sigue sin asumir que el mayor error desde Occidente en política internacional lo protagonizó él mismo junto a Bush jr. y Blair, que los cambios en el mundo árabe en busca de la democracia no los ha encajado bien y que, en plan outsider se ha atrevido incluso a criticar la actual política occidental sustenda en un acuerdo en el que entran Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Francia con el vistobueno de la ONU, algo que en su tiempo no conoció.
En fin, Aznar otra vez.
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