una tauroguía para no perderse en la feria de fallas antes o después de los toros

Acepté la propuesta del blog Toro, torero y afición para elaborar una Tauroguía de València. Una especie de guía para que los aficionados que se desplazan a ver toros a otras ciudades tengan, además, algunas referencias y sepan dónde ir antes y después de la corrida. Como la Feria de Fallas es la primera, me ha tocado abrir fuego.

Esta es la propuesta que he hecho y a la que seguro se pueden añadir más locales de los que disfrutar antes y después de las corridas de toros de la Feria de Fallas... ¿Nos propones alguno?

Los aficionados a los toros lo tenemos fácil si es que no queremos perder el referente de la plaza de toros durante todo el día. Alrededor del coso podemos encontrar bares que pueden saciar nuestra sed y apetito por precios razonables y sin meternos en formales restaurantes, que también los hay. Pero es que además, nos lo ponen excesivamente fácil. Al punto de encuentro por excelencia, la estatua de Montoliu, se suman las carpas donde disfrutar de la previao una vez finalizada la corrida y hasta altas horas de la madrugada. 

Pero a lo que íbamos, esta es mi ruta de bares para no perderse en València un día de toros.

-RestauranteEl Mero. No es de lujo, pero su cocina, menú, raciones generosas y precio nunca fallan. Y el ambiente y decoración es taurino. Vale tanto para comer, como para tomarse la caña o el gin de antes o después del festejo. (Calle Castellón, a la izquerda de la enfermería de la plaza de toros).

-ElRaïm es otro. Punto habitual de quedada de muchos aficionados antes y después del festejo. También es restaurante. Está en la calle Castelló, a la salida del pasaje Doctor Serra.

-LosToneles. Cruzando la calle Xàtiva es uno de los clásicos de València de toda la vida junto a su bocata de calamares. También es buen punto para hacer la previa. Lo peor las aglomeraciones. Esta situado en la calle peatonal de Ribera.

-BarTurís o Los Caracoles. Están un poco más alejados de la plaza de toros, pero no más 500 metros. En la calle Convento Jerusalén, donde se planta uno de los principales monumentos falleros de la ciudad, están uno enfrente del otro. Y también son recomendables si te apetece tapear, además de visitar una de las calles más visitada de Valencia en Fallas.

Pero aprovechando que estamos en València y si hay valor para alejarse de la plaza de toros y buscar su casco histórico para comer o cenar, la recomendación es ir en busca de la Lonja, en Fallas –muy importante– que sea antes de las 13.30 si no quieres ver la mascletà y comer con tiempo. Si quieres ver la mascletà, comerás como pronto a las 15 h con prisas para llegar a los toros antes de las 17 h. El paseo desde la plaza de toros no es más de 15 minutos y ves la plaza del Ayuntamiento, la calle san Vicente, el Mercado Central y la Lonja. Por citar dos o tres… 

-El Rall. Un restaurante situado justo detrás de la Lonja, pasando la plaza Doctor Collado (donde, por cierto, se monta una de las mejores verbenas nocturnas en Fallas). Allí pide arroz a banda, paella, con verduras… como te apetezca. No fallan. Solo una cosa, tienes que reservar antes.

-CasaLa Pepa o El Pilar. Estos son para cenar en pleno barrio del Carme. Si sigues por la acera de La Lonja hasta encontrar la calle Borsseria, a mano derecha, al final llegas a la plaza del Tossal. En una esquina está La Pilarica. Otro clásico de la ciudad con sus clóchinas. Y en esa misma callejuela, justo delante del casal de la falla, está La Pepa con todo su amplio surtido de tapas y decorado con motivos taurinos.

Se podría establecer otro recorrido por el barrio de Ruzafa, muy de moda y repleto bares y locales de interés, aunque tal vez menos taurinos. Este barrio también está cerca de la plaza de toros, cruzando la Gran Vía Marqués del Túria, donde por cierto se celebra durante el mes de marzo la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión y pasearla también vale la pena.

PS: Y no añadir El Món de Pichu sería engañarme. Solo voy de Fallas a Fallas y no sé si sigue abierto, espero y deseo que sí. Siempre voy y nunca te falla: el año pasado metí a ocho amigos cuando cenar ya parecía imposible. Es un bar en el que su tamaño no importa para tener siempre sitio y cenar bien, de bocata, pero bien. Siempre te saca del apuro cuando todos los del centros están llenos. Está en la calle Jesús esquina con Pare Jofré.