27 abril 2012

feria de abril/ lópez simón, sangre nueva

FOTOS :: Plaza de toros de La Maestranza

López Simón llegó a su alternativa en Sevilla con cartel de campanillas dispuesto para aportar savia nueva y aportó más: sangre nueva sobre el ruedo de La Maestranza.


Le sonrió la suerte y se entregó con toda su frescura. La blandura del toro sorteado para la alternativa empezó a marcando el petardo de Núñez del Cuvillo. El sobrero, en cambio, fue el regalo con el que López Simón pudo sentirse importante en una Maestranza que estaba ahí por otras cosas, Morante y su príncipe Manzanares, concretamente.

López Simón se echó de rodillas en el mismo platillo para torear en redondo e hizo faena con desparpajo y temple. Aprovechó este guiño del destino, que sabe el G10 cuándo le dejarán volver a catar uno de estos. Y cuando llegó la hora de la verdad, se volcó como un león jugándose la cornada que se llevó junto con al premio de la oreja y explicando de forma clara como hay que tomar la alternativa en Sevilla. Sí señor.

El resto de la corrida fue cosa de dos, y la corrida se cargó toda esperanza. Blandos y sin fondo ni casta, los Núñez del Cuvillo pegaron un petardo el día de más focos en La Maestranza en plena semana de farolillos, unos farolillos que, por cierto, sólo se han encendido por ahora en una ocasión, el martes con la emoción y casta que derrocharon los toros de Victorino Martín.

Así, Morante de la Puebla se estrelló en los tres cuvillos que despachó y sólo derramó su arte en el quite por chicuelinas al sexto y una media del copón. Eso, y una primera serie, la que duró.



José María Manzanares demostró galones y responsabilidad. Me atrevó a decir que sacó más toreo y más profundidad que el día de las cuatro orejas. Al tercero lo toreó con largura hasta que le duró su poca casta. Y mejor estuvo Manzanares con el quinto, el castaño 103, sobre todo con la diestra. Toro hasta cierto punto exigente, que apretaba. Tiempo y mando lo administró Manzanares y cada muletazo sobre la diestra fue por abajo. El toro respondió hasta que se agrió por la izquierda e incluso buscó sorprender. Manzanres sacó ahí los galones que se le presuponen, pero esta vez la espada no fue infalible y no pasó de la ovación.


No hay comentarios: