Y 30 años atrás nos llevan prácticamente a los tiempos de la explosión del sorismo. Son otros tiempos, otras formas, pero diría que la misma ilusión.
La que no tuvo el presidente el día de Román en el arranque de las Fallas 2013, que resulta que fue el mismo que ayer se vio arrastrado por el triunfalismo y el toreo populista.
Y me gusta como miran en la foto. Vicente mira con experiencia. Román abre mucho los ojos, como si no quisiera perder detalle.
Por cierto, ayer El Soro fue feliz. En parte y salvando todas las distancias, su fuerza arrolladora vestida de luces apareció por momentos en el ruedo de su plaza, la de València. Por eso se fundió en tremendos abrazos con El Cordobés y con El Fandi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario