la mirada de víctor barrio a los límites del toreo (gloria y paz)

Cómo duele la muerte de Víctor Barrio. Duele tanto como tanto regusto de orgullo --amargo, sí-- se acumula ante tanta grandeza: la del toreo enfrentada a la realidad del toro. La vida misma asomada a la muerte en cada cite que viene a unir al toro y al hombre en su naturaleza y libertad más absoluta.

Es el dolor y la gloria. La destrucción o el amor que dijo el poeta Vicente Aleixandre, coetáneo del universal Lorca que lloró la sangre derramada sobre la arena de Ignacio como hoy lloramos la de Víctor. El toreo es poesía hecha carne, hecha sangre, hecha pasión y verdad. Capaz de doler infinito. Desgarra el pitón como desgarra otra veces el toreo todas las emociones imaginables.

De eso se trata.

Esta foto del amigo Paco Haro dice tanto. Es la historia de los sueños más limpios mirando a lo más alto, y que en Teruel, de golpe, se han encontrado con la gloria absoluta. Esa vida, esa mirada llena de sensibilidad de aquel Victor Barrio novillero que llegaba a esa plaza de toros de Algemesí tan pura y auténtica, dispuesto a hacer realidad la vida que quería. Un camino de adoquines, sudor y, al final, millones de litros de lágrimas y un olé ahogado y roto al torero que se va. Tomando versos de Lorca:

Por las gradas sube Víctor

con toda su muerte a cuestas.

Buscaba el amanecer,

y el amanecer no era.

Cómo mira un torero. Mira especial. Como mira un toro bravo. Son dos seres privilegiados de este mundo que conviven y se entregan en los límites de la vida.

Quién me lo iba a decir. En medio de un día de celebración, un rato de descanso. Un iPad a mano y una tarde de toros en la ruidosa y bulliciosa Teruel. Como para olvidarse ahora de que no existe, maldita sea. Un burraco de Los Maños de recortado perfil de nombre 'Lorenzo' y mirada profunda, por no decir tenebrosa. La cogida y esa mirada del dolor en el torero.

Toda la fatalidad se fue confirmando poco a poco y de repente la Fiesta volvió a hacer memoria: Los límites del toreo son la propia vida.

Gloria y paz.